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miércoles, 30 de mayo de 2012

VALDEIGLESIAS (2141 M) desde Salientes

Cara norte del monte Valdeiglesias

Ruta realizada el día 23 de Mayo del 2012

Sergio y Enrique

No he encontrado documentación ni mapas sobre esta zona en mi particular biblioteca ni tampoco en Internet.
Es cierto que en la web del I.G.N se pueden conseguir mapas detallados de cualquier parte de España pero la conexión que tengo de Internet es excesivamente lenta para que se pueda cargar esta excelente web de manera correcta.
Es por ello por lo que os vais a tener que conformar con este escueto mapa-croquis de la ruta al Valdeiglesias y en la que no se describen detalles como los nombres de los arroyos o los picos.

Espero que con el siguiente reportaje fotográfico de la excursión os hagais una ligera idea de lo que se puede disfrutar de la naturaleza en estos escondidos y encantadores valles de Laciana.

Madrugamos esa mañana para regresar andando a nuestro punto de partida en Salientes
Eran las seis de la mañana cuando sonó el despertador y apenas nos demoramos en recoger nuestras cosas extendidas sobre el suelo de la pequeña cabaña donde pasamos la noche.
Rehicimos las mochilas y regresamos a Salientes para que tres horas después saliéramos desde este pueblo en dirección al Valdeiglesias.

Mapa de la ruta realizada.
Pueblo de Salientes
Pareja de Cabritillos
Este rebaño de ovejas y cabras ha pasado la noche en el centro del pueblo. El valiente perro pastor que lo guía lo condujo en solitario hasta la misma plaza.
Hablamos durante un buen rato con el pastor del rebaño. Es un hombre de origen rumano que lleva viviendo en este pequeño pueblo de montaña once largos años. Nos dice que ayer al atardecer fue a la montaña en busca de las ovejas, pero que tras estar un rato buscándolas cerca del lugar donde las dejó pastando, se dió por vencido y regresó al pueblo. Esta misma mañana se ha encontrado que las ovejas han pasado la noche en la plaza y han pringado con orines y excrementos el centro del pueblo. Se lamenta ahora del trabajo que tiene que hacer de inmediato para limpiarla.
Mientras desayunamos le mostramos nuestro interés en que nos cuente sus vivencias en los años que lleva viviendo en Salientes y más en concreto sus experiencias con los animales salvajes.
Nos cuenta que es habitual ver a los osos incluso muy cerca del pueblo. Este señor tambien cuida vacas y estas pasan la noche en la montaña. En ocasiones ha visto a los osos y vacas compartir al mismo tiempo los pastos de una ladera sin molestarse. Nos relata que los osos de España son muy pacíficos y que no ha tenido ningún problema con ellos al contrario que en su etapa de pastor en Rumanía donde atacaban a su ganado cobrándose a menudo una pieza entera.
Siendo un valle donde se asientan osos, lobos... nos resulta curioso oir de este pastor hablar bien en relación a estos animales. Sus palabras parecen sinceras y su única preocupación parece ser la de poder alcanzar los años cotizados para jubilarse y volver a su País.
Sus ovejas pasan siempre la noche en el pueblo y aunque alguna vez han regresado con mordiscos o patas quebradas, este hombre, siempre hecha las culpas sobre otros perros del mismo pueblo que acosan al suyo y al rebaño que protege.


Casas típicas del pueblo.
Cruzando un puente medieval.
Si os animas a hacer la ruta que hoy publico en este blog y en los inicios de la misma pasáis por este mismo puente de madera... daros la vuelta de inmediato.
Este camino asciende hacia la toma de agua donde se abastece el pueblo y allí se acaba el camino. El resto es un bosque impenetrable. Sergio y yo, tras averiguarlo, volvemos por nuestros pasos hasta casi la misma entrada del pueblo para coger otro camino que se adentra en un valle norte del Valdeiglesias y que según las indicaciones del pastor rumano se puede alcanzar bien la cima de este pico.

Avanzamos ahora por el camino correcto.
Abedules, acebos, avellanos, robles... tapizan las laderas en este escondido valle.

El agua fluye por doquier formando vistosas torrenteras como estas.
Aquí ya divisamos el escarpado Valdeiglesias
Pasado el bosque alcanzamos las pastos de altura a los que asciende el ganado durante los meses de verano.
Aquí parece que se pierde el camino y debemos emplearnos un poco más en buscar la senda semioculta entre el matorral.
Otra perspectiva del pico Valdeiglesias desde mas cerca.
Nos acercamos a la cabecera del valle donde brotan numerosos manantiales que alimental al río principal.
En uno de estos manantiales aprovechamos a realizar la segunda merienda del día tras el desayuno. Para Sergio es la tercera ¡¡. Antes de las tres de la tarde este amigo mío habrá comido en cinco ocasiones ¡¡. Si se lo pide el cuerpo... hay que dejarle. Es mejor que arriesgarse a quedarse sin la energía que necesita para completar la ruta de hoy. 
Buena pinta tiene el cresteo por la parte superior. Ya veremos que tal se nos da.
A punto de alcanzar el cordal atravesamos varios neveros que todavía persisten tras las nevadas tardías del mes de abril.
Desde el cordal la panorámica se abre ante nosotros ofreciéndonos unas espléndidas vistas del Pico Catoute y su cara norte.

Es sencilla la progresión por el cordal, estas montañas, de piedras pizarrosas muy modeladas por la erosión, nos ofrecen un rápido avance hacia la cumbre.
Ya estamos cerca.
Vistas al oeste hacia el valle por el que nos aventuraremos a nuestro regreso. Hemos venido aquí sin mapas dispuestos a explorar lo que sea necesario. Sergio me está pidiendo constantemente aventura así que nos arriesgaremos a conocer este valle del que nadie nos ha hablado antes y del que desconocemos si tiene accesos por caminos desde el pueblo de Salientes.
Cresteando.

Kike y Sergio en la cima del Valdeiglesias.


Al noreste se divisan los Ubiñas y los Fontanes.

Encontramos esta emotiva carta en el buzón de cumbres dedicada a Aitor Lastra: Un chico que murió en los incendios del otoño pasado intentando apagar los fuegos.
Nos sumamos en la repulsa que nos provoca los incendios y la destrucción de la naturaleza sacando foto de la misiva y publicándola en este blog para poder rendir también nuestro pequeño homenaje a este valiente que dió su vida para proteger aquello de lo que tanto dependemos todos.


Descendemos hacia el desconocido valle.

Puede que los glaciares amontonaran estas morrenas de piedras en su retroceso y desaparición durante los últimos siglos.
Esa pequeña charca es otro resto de lo que dejó antaño la lengua de hielo.

Sergio descendiendo con vistas a la ladera Oeste del Valdeiglesias.

En la otra ladera encontramos estos escarpados riscos a los que no podemos dar nombre pues no poseemos mapas y documentación que nos lo indique.
En aquella pradera a la que nos dirigimos para posteriormente proseguir por el bosque parece que fue una laguna... y que esta se ha ido colmatando con sedimentos hasta su completa desaparición.
En ella pastan placidamente un grupo de vacas que nos confunden momentaneamente a Sergio y a mí  con su dueño e intentan seguirnos. 
Nos adentramos en el abedular.
Este roble se encuentra repleto de polen
No encontramos senda. Solo las que dejan a su paso las vacas y los animales salvajes y que dan excesivos rodeos que procuramos evitar. Asi que descendemos directamente por el abedular.

Atravesamos pequeñas praderas entre el bosque por el que se avanza más comodamente aunque al final de las mismas debamos saltar las tapias de piedras o precarias vallas de ramajes como estos.

Grosellero
Buena cuenta dará el oso de este fruto dentro de un par de meses cuando madure.
Robles, abedules y acebos... refrescan con su sombra nuestro caminar hacia el fondo del valle.
Llevamos un rato caminando por una senda continuada y que se dirige en buena dirección hacia Salientes.


Otras plantas sobre las que me pregunta Sergio por su identificación y al que en este caso no puedo satisfacer su curiosidad.
-¿Alguna ayuda?-
Excremento de Oso



Enlazamos con la carretera entre el pueblo de Valseco y Salientes. Seguimos por el asfalto un par de kilómetros para llegar hasta nuestro destino.

Ya en el pueblo nos acercamos hasta uno de los cuatro molinos que hay en el pueblo y por donde pasamos esta misma mañana. Pero es ahora cuando está iluminada por el sol y cuando se pueden sacar buenas fotos del salto del río.
Aprovechamos el momento para posar... arriba Sergio.
Me da un poco de envidia la foto realizada a mi amigo y le pido a Sergio que me retrate en el mismo lugar con la cámara.

Estamos muy satisfechos con la ruta realizada.
Nos encantan estos solitarios valles y muy posiblemente volvamos a ellos pronto.