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domingo, 2 de febrero de 2014

ALTO DE LA MURA (1973m) y ALTO DE LA HOYA DE LA PERDIZ (1983m) -Sierra de Hormas-

Andando por la Sierra de Hormas. Imagen de la cota máxima alcanzada en esta ruta. Sobre el Alto de Horniellos posa aquí nuestro amigo Héctor.


Ruta realizada el 11 de Enero del 2014

 
Integrantes: Juan Miguel, Tere, Luis, Héctor, Eduardo, Juan Carlos, Noelia y Kike

 

Hoy aprovechando el breve paréntesis de buen tiempo que nos brinda este borrascoso e inusual invierno nos acercaremos a las montañas de Riaño donde recorreremos parte de la Sierra de Hormas partiendo desde los 1111 metros de altitud donde se encuentra la Villa de Boca de Huérgano.

Salimos del pueblo por la calle que se encamina a la Iglesia de San Vicente situada en la periferia norte.

Pasada esta construcción eclesiástica de arquitectura hispano-flamenca la calle se convierte en pista y gira la izquierda donde acometeremos la primera rampa del día. Vamos ganando metros avanzando por el camino que discurre a media altura entre el Valle del arroyo Remuela a nuestra izquierda y el Cueto de la Grancia (1492 metros) a la derecha.

Sin posibilidad de pérdida y en poco tiempo alcanzamos el excelente mirador de la Campera Jollampo (1344 metros ). Desde este punto y mirando hacia el este vislumbramos buena parte de las cumbres del Valle del Yuso donde destaca omnipresente el pico Murcia.

Seguimos nuestro caminar por la pista que se desvía del Cordal sur de la Mura -Cueto Grancia,  para atravesar el paraje conocido como "El Arriestro" y poco después superaremos la cabecera del arroyo Remuela adentrándonos en un centenario bosque de roble albar y roble rebollo.

La pista se convierte en senda al discurrir por el bosque y esta, a su vez, prácticamente desaparece cuando alcanzamos la cota 1500 metros con vistas ya al bosque y valle de Hormas: Este bosque es Zona de Reserva y su visita requiere solicitar un permiso previo en el departamento de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León. Entre la solicitud y la concesión del mismo pueden pasar unos 15 días.

Es por esta razón por lo que obviamos los accesos que descienden al bosque para seguir por el alto de la loma en línea con una valla semioculta entre el matorral y que a su vez hace límite por el sureste con la zona de Reserva de Hormas.

Abriéndonos paso entre los altos brezos y siguiendo sendas parcialmente ocultas abiertas, tal vez,  por los pobladores naturales de este bosque, alcanzaremos tras batallar unos minutos con la vegetación reinante una zona más despejada donde el matorral da paso a los canchales de roca.

Superamos los restantes metros de desnivel hacia el primer alto de la Sierra por terreno mixto de neveros y rocas.

Alcanzamos sin problemas la cota o el alto pedregoso de 1919 metros conocido como Sestil de las Peñas en unos mapas o "Mura" en otros.

Desde este punto avanzaremos siguiendo el cordal dirección noroeste que culmina en el Pico Redondo o Pandián, cota principal de la Sierra de Hormas, al que nosotros no llegaremos, contentándonos con la ascensión del Alto de la Mura o Mojón de los Nueve Pueblos ( 1973 metros ) y con el Alto de la Hoya de la Perdiz (1983 metros).

Las horas de luz son escasas bien entrado los meses de invierno así que desde este último y privilegiado balcón donde disfrutamos del merecido bocadillo con magníficas vistas a los Picos de Europa, las montañas de Riaño y los montes Palentinos, regresaremos siguiendo el cordal andado hasta alcanzar nuevamente el Sestil de las Peñas.

Con la intención de completar una ruta semi-circular,  viraremos por el ramal este del monte descendiendo hasta el collado del Joverón (1700 metros ).

En principio queremos recorrer el valle del arroyo Pujedo donde parece vislumbrarse un camino observado desde el Alto del Joverón que corono esta vez en solitario.

Descendiendo por la cabecera de este valle y siempre buscando las zonas más despejadas de matorral, seguiremos el curso de las aguas para dar a una pista no sin antes haber superado otros tantos metros por "terreno  salvaje".

Seguiremos por la pista que discurre a media ladera hasta asomarnos al Alto del Castillín (1463 metros ). Desde este balcón viraremos hacia el este para adentrarnos en otro valle que desciende hasta el pueblo de Espejos de la Reina atravesando antes un pequeño bosque de robles y hayas por un ancho camino.

Desde este pueblo y con el fin de evitar el andar por el incómodo asfalto que nos separa de nuestro punto de partida en Boca de Huérgano cruzaremos por el puente sobre el río Yuso; comúnmente confundido con el Esla siendo este último el que oficialmente nace a los pies de la Peña Ten en los Puertos de Ventaniella; distante unos cuantos kilómetros hacia el oeste de este importante afluente que es el Yuso y que riega a su vez desde el Puerto de San Glorio toda la tierra de la Reina.

Existe una pista marcada como PR que discurre paralela al río y que nos conducirá de nuevo a Boca de Huérgano pasando antes por la vistosa fuente y cascada de las Pisas y la  población de Villafrea de la Reina.

De noche cerrada alcanzamos satisfechos el pueblo.
 

Distancia total: Unos 20 kilómetros

 
Desnivel acumulado de ascenso: Unos 1100 metros.

 
Tiempo total empleado: Unas ocho horas y media


Otra perspectiva de esta misma ruta la podremos disfrutar en la magnífica web de Juan Miguel y Tere "Ojo Lince y Sra".




Mapa descriptivo del recorrido por la Sierra de Hormas. -Cortesía de Juan Miguel-
En este mapa observamos el típico error mencionado anteriormente en el texto descriptivo de la ruta. El río dibujado aquí no es el Esla sino el Yuso.

Comenzamos nuestra ruta por la calle que parte hacia el norte justo en la confluencia de las carretera Nacional 621 y la Comarcal LE-215 en la localidad de Boca de Huergano.
Pasaremos al lado de la Iglesia San Vicente; Muestra de estilo gótico de finales de la Edad Media.
 
En este término municipal del Valle de Yuso hemos quedado un nutrido grupo de amigos de León con  otros amigos que vienen hasta aquí después de haber realizado un largo viaje en coche desde Valladolid. Son Juan Miguel y Tere "Ojo Lince y Sra". Todos juntos nos ponemos en marcha para completar una ruta inédita para el conjunto del grupo.
Intentaremos seguir la ruta descrita en el libro de Amando Represa Fernández; "Las Mejores Excursiones por las Montañas de León".
 
Minutos antes de esta imagen hemos estado tomando el almuerzo en uno de los bares del pueblo.
Dentro y fuera del mismo se habían reunido gran número de cazadores.
Como no queríamos sustos, preguntamos antes  al Agente Medioambiental que tomaba en ese mismo instante nota de cada uno de los participantes en la cacería.
- "Perdone. ¿Sabe usted donde se van a colocar todos estos cazadores?"-
- "No tengo ni idea... Pregúntenle a alguno de los presentes cual es su intención."- Responde el agente.
Me quedo pensando unos segundos...sin dar crédito. ¿Cómo es posible que desde los agentes medio ambientales no exista interés ni conocimiento por la ubicación de la inmediata cacería que está hoy programada en este Parque Regional de Picos?
Informamos a los cazadores de nuestra intención de ruta por si es coincidente con su batida.
Finalmente hasta que no llegamos al tercer o cuarto encuestado no son capaces de exponernos sus intenciones.

Imagen del grupo de montañeros tomada por nuestro amigo Juan Miguel



A medida que cogemos altura por la pista que discurre por el valle Remuela vamos ganando visibilidad hacia las montañas del entorno.
En esta imagen el Pico Loto de 1805 metros.

Aquí pasamos al lado de una reciente plantación de pinos.
Esta zona de los montes colindantes a Boca de Huérgano fue castigada no hace mucho por un devastador incendio que calcinó buena parte de sus bosques primigenios.
Concretamente fue en el verano del año 2010 y con él se quemaron más de 100 hectáreas de bosque. A lo que podemos sumar otros incendios provocados en esta misma zona en la última década con un total de 400 hectáreas...
Como podemos observar en la imagen la política de reforestación que se sigue no es la más adecuada si es que queremos evitar o minimizar los incendios que puedan afectar en un futuro a estos valles del Parque Regional de picos.
El pino con el que se ha repoblado esta ladera es de los árboles que propagan mejor las llamas...
De igual manera estas coníferas tienen nula capacidad de rebrote  tras el paso de un incendio.

No pasa lo mismo con los robles que vuelven a rebrotar de cepa y por lo observado en la ladera de enfrente en la imagen superior ha vuelto a recubrir de masa arbórea autóctona buena parte del valle de Remuela.

Retratado por nuestro amigo Edu estas curiosas agujas de hielo. Conocidas por el nombre "Pipkrake"

Hacia el noroeste visionamos, parcialmente oculto por las nubes, el Macizo del Mampodre.

Ojo Lince en el collado Jollampo haciendo uso de su cámara para inmortalizar las excelentes vistas.


Flammulina velutipes  -Foto Edu-
Curiosa seta que resiste perfectamente las heladas invernales ya que es frecuente encontrarla en este época en las montañas cantábricas.

Desde el collado Jollampo hago un zoom para retratar las altas cumbres ascendidas durante la primavera pasada de Peñas Malas, Zahurdias y Pico Murcia.

Zoom hacia el Oeste destaca imponente la piramidal silueta del Pico Yordas

Panorámica del cordal, en primer plano, al que dirigimos nuestros pasos..
El collado Remuela (1326 metros ) quedará por debajo de nuestra vertical al alcanzar la cota 1500 metros de este mismo cordal.

Atrás queda la modelada figura del Cueto de la Grancia (1492 metros )

Las vistas que desde aquí se disfrutan hacia la agreste línea de cumbres de piedra caliza son imponentes.
Desde el afilado Pico Gilvo al piramidal Yordas son todas estas montañas de una indescriptible belleza.
Un mar de nubes cubre en estos momentos el embalse de Riaño.

Lugar en el que la pista nos hace virar hacia el noroeste para llegar al cordal que observamos enfrente.
El bosque centenario de roble albar que visionamos en la imagen lo cruzaremos tras avanzar casi un par de kilómetros por esta pista que discurre a media ladera.

Zoom hacia el pico La Collada y el Yordas.


Magnífica es la panorámica que se nos ofrece desde esta altura.
Los centenarios ejemplares de roble albar se yerguen en un primer plano ocultando la base de la mole calcárea de las Pintas. A su lado, la aguja del Gilvo de modesta altura,  es una de las montañas más fotogénicas de la provincia.

Estos magníficos  ejemplares de roble han sobrevivido milagrosamente a los últimos incendios ocasionados en esta sierra.
En varios de ellos podemos observar negras cicatrices en su tronco parcialmente calcinado.
Otra prueba de que las llamas llegaron hasta aquí es la ausencia total de ejemplares jóvenes de roble.

Imponentes los árboles nos tienen a todos embelesados con su gran porte.

El camino senda se desdibuja y parece perderse en cuanto nos acercamos a la cota 1500 metros en la divisoria con el valle de Hormas.

 
En la imagen de la derecha posa nuestra amiga Tere bajo la sombra del gran roble.
 
Juan Miguel distingue los cantos-relincho del Picapinos -Dendrocopos major- y también del escasísimo Pito Negro -Driocopus martius-.
Segundos más tarde le veremos volar durante un instante de copa en copa...
Tiempo insuficiente para poder enfocarlo con nuestras cámaras y retratarlo. -Lástima-

Nuestro amigo Juan Miguel posa aquí junto a otro roble en el que han tomado posesión una enorme colonia de Termitas.

Seguimos ganando metros en esta zona del cordal cubierta por escobas


Vistas del Bosque de Hormas donde destacan las campas de La Salsa y Prado Rey. -Foto Edu-
 
"Este bosque esta formado por una masa mixta de Haya y Roble Albar, con inclusión de acebos, prácticamente inalterada por acción humana y de altísimo valor ecológico. El Bosque de Hormas es conocido en toda la comarca por sus excepcionales características  para el oso pardo , del que tradicionalmente ha sido zona de refugio, alimentación, invernada y cría. Así mismo alberga cantaderos de Urogallo de importancia reconocida."
Este bosque ocupa una superficie de casi 2700 hectáreas y entra dentro de las Zonas de Reserva de la Provincia de León.
 


Ganando altura junto a la valla que limita la zona de Reserva de Hormas
 
Las abruptas paredes verticales del Gilvo y de las Peñas Pintas (relieve calcáreo de montaña) contrastan con el suave ondular de la Sierra de Hormas.

El avance resulta incómoda por la espesa vegetación. No obstante ninguno del grupo se desanima  en el intento de alcanzar los altos de la Sierra.
Cada uno sigue a su ritmo, sin rechistar, su particular batalla con las escobas.

Las vistas hacia los picos compartidos con la provincia palentina se incrementan a medida que ganamos altura.

Últimos metros para alcanzar la Mura o el Sestil de las Peñas

Tras encaramarnos al alto pedregoso de esta primera cota los Picos de Europa emergen ante nosotros.

Desde la cúspide del Sestil de las Peñas retrato a Noelia, Juan Miguel y Tere atravesar esta superficie nevada salpicada de escobas.

No nos detenemos apenas y seguiremos el cordal hacia el noroeste.
Aquí, Luis y Héctor, van marcando el ritmo de ascensión.

La nieve, parcialmente dura, nos permite clavar suficientemente la huella sin necesidad de calzarnos los crampones.

Próximo tenemos ya el Alto de la Mura (1973 metros )

Luis siguiendo el cordal de cumbres de la Sierra de Hormas.

Vistas hacia el valle del arroyo Guspiada situado al norte de esta sierra.

Durante la última parte del trayecto los miembros del grupo nos hemos ido distanciando...
De todas maneras en esta zona la visibilidad es espléndida y podemos observar a nuestros compañeros desde la distancia.
- Allí parece que se acerca uno...Voy a ver si le enfoco con el potente zoom de la cámara.-

-¡ Pero si es Noelia !-
Y ese Espigüete...¡ parece que lo tiene a un paso !.
Desde luego, un zoom potente, puede dar mucho juego para componer estas sorprendentes imágenes.

En la sombría cara norte de la Sierra de Hormas se mueven tranquilamente nuestros amigos los Rebecos.

Luis posa aquí en el Alto de la Mura.
Aquí no haremos foto grupal. Esperaremos a la última cota de la jornada en el Alto de la Hoya de la Perdiz.

Juan Carlos y Eduardo

Descendiendo del Alto de la Mura

Es evidente la ruta a seguir...no hay pérdida.
En el horizonte ya distinguimos nuestro último objetivo.
Y a nuestra derecha disfrutamos de un inmaculado balcón...

Un nutrido grupo de rebecos se mueve ágilmente por la superficie nevada.
Parecen habernos visto avanzar por las alturas y huyen recelosos de nuestras intenciones.
-Hacen bien...que aquí abunda mucho escopetero suelto.-

Noelia, Juan Miguel y Tere.

Última rampa de ascensión al Alto de la Hoya de la Perdiz.
A media altura observo a varios de mis amigos avanzar decididos hacia su cumbre.

En cuanto alcanzo esta cima, Juan Carlos, Edu, Luis y Héctor ya se han aposentado cómodamente sobre ella.
No existe en esta cota vértice geodésico ni buzón de cumbres.

Debido a las mayores altitudes del Macizo Central de los Picos de Europa que desde aquí observamos hace que permanezca con mayor cantidad de nieve.
Inconfundible la ancha pala cimera de la Torre de la Palanca...

Disfrutando del bocadillo. -Foto Juan Miguel-

Luis, Noelia, Tere, Juan Carlos, Héctor, Edu y Kike posan en la correspondiente foto cimera.
Juan Miguel es quien falta en la imagen ya que es él quien se encarga de retratar al resto.

Volveremos por nuestros pasos hasta el Sestil de las Peñas.
No hay tiempo que perder. Son las tres de la tarde y a las seis anochece...


Edu y Héctor esperan al resto del grupo bajo la creciente luna.

Mapa en mano y estudiando la foto intento distinguir y poner nombre a cada una de las montañas que se yerguen al este de nuestra posición.

De regreso al Sestil de las Peñas viraremos por el hombro izquierdo para descender al collado Joverón.

Zoom hacia el Espigüete. -Una de las más bellas montañas de la Cordillera Cantábrica-

Juan Carlos posa con vistas al valle del río Yuso.

A partir de aquí es nuevamente terreno desconocido para nosotros...


Desde el Alto del Joverón retrato el valle del arroyo Pujedo por el que pretendemos descender hasta llegar a Villafrea de la Reina.
Desde aquí parece distinguirse un camino abierto a media ladera.
- ¡Vamos a ver si podemos dar con él !-
 
En el collado del Joverón destaca este afloramiento de piedra caliza que da nombre al pico de mismo nombre que el collado.
He visto la luna en inmejorable posición para que mis compañeros puedan realizar una buena foto.
-Allá que voy-
Juan Miguel saca con el zoom esta foto de Kike junto a nuestro satélite lunar.
Parece que se encuentra bien distante...pero no nos imaginamos lo que podemos acercarnos ascendiendo cualquiera de nuestras queridas montañas...-¡ Si casi la puedo tocar !-

En la cabecera del arroyo Pujedo sorprendemos a estos jóvenes tres ciervos.

Aprovechando esta ladera, limpia de vegetación arbustiva, para perder altura por el valle de Pujedo.

Noelia posa aquí junto al pico La Rasa y el Espigüete

Nuestro amigo Luis estará pensando en este instante:
-"¡Quien me mandará a mí seguir a esta gente que me conducen hacia lo más salvaje y escabroso del valle!-

Vista hacia la cabecera del valle del arroyo Pujedo.
 
Desde el alto del Castillín (1463 metros ) vemos factible un descenso cambiando de vertiente por la boscosa ladera que cae sobre los pueblos de Espejos y Barniedo de la Reina.

Esta pista que casi conecta con la anterior cota del Castillín será por la que descedamos hasta el pueblo de Espejos.

Bosque de robles el que cruzamos en estos instantes

Hemos improvisado la ruta de descenso y parece que hemos acertado.
Lo único que nos faltará serán un par de horas de luz para llegar a nuestro punto de partida...

Los últimos rayos de sol van cambiando las tonalidades de las montañas a colores más ocres...
Es un espectáculo.

Llegamos al pueblo de Espejos de la Reina con su característica y vistosa Torre Reloj levantada en mampostería de piedra caliza
El río Yuso a su paso por el pueblo de Espejos de la Reina

Eduardo saca esta preciosa foto del pueblo y puente por el que acabamos de pasar para enlazar con la pista que nos conducirá a Huérgano.
De esta manera evitamos el asfalto de la carretera que de noche puede resultar peligroso para los viandantes...

Imagen de la izquierda: Luis pasando al lado de la Fuente-Cascada de las Pisas. Este abundante caudal movía antiguamente un Batán y varios molinos con los que se producía la luz que necesitaban las viviendas de estos pueblos.

Imagen de la derecha: Vistas del pueblo de Huérgano a nuestra llegada de la larga ruta por la Sierra de Hormas.

Desde luego, hemos aprovechado bien el día.
Disfrutando en agradable compañía de lo que tanto nos gusta.
-¿Que más podemos pedir?-
- Pues otro día, otro entorno por descubrir y mas intensas vivencias.-