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jueves, 23 de octubre de 2014

JULTAYO ( 1940 m ) y PICO CUVICENTE ( 2014 m ) por la Canal de Trea y saliendo desde Caín




Ruta realizada el 20 y 21 de Septiembre del 2014

Integrantes; Juan Carlos, Didi, Guilar, Pepe y Kike

Quería comenzar esta entrada a la excursión dentro del Parque Nacional de Picos de Europa con una triste noticia que ha salido estos días por distintos medios y que tiene el nombre de Anteproyecto de Ley puesta a iniciativa del actual gobierno español y que viene a acabar con la protección existente hasta ahora en todos los Parques Nacionales de España.
Con la aprobación de esta ley se va a permitir cazar, pescar y obtener aprovechamientos forestales en unos lugares que hasta ahora estaba terminantemente prohibido.
El daño a estos frágiles ecosistemas va a ser evidente ya que muchos de los cazadores no va a tener reparo en disparar a todo movimiento que perciba delante de sus ojos. Ejemplo de ello es otra reciente noticia en la que fue gravemente herida una ciclista al ser confundida con una liebre, según las propias palabras del cazador que la disparó. Hay otros cientos de ejemplos en este país de este tipo de incidentes si consultamos en la bibliografía periodística.
Especies en peligro de extinción les van a dar ya el tiro de gracia al terminar con los pocos lugares que aun conservaban como refugio seguro.
Por no mencionar el daño al turismo ya que se acercaban por miles a visitar los Parques Nacionales de España y que, seguro, va a haber una reducción significativa al sentirse mucha gente amenazada por los disparos cruzados en los valles donde se concedan las cacerías.
En fin, esperemos que la presión que podamos ejercer todos los que amamos estos lugares sobre aquellos que legislan, se pueda retirar esta ley que acaba de forma drástica con estos lugares hasta ahora protegidos.
De momento ahí os va el relato de esta excursión. Para que lo valoréis por vosotros mismos y os sensibilice con su desprotección.


Había oído hablar muchísimas veces de la extraordinaria belleza paisajística que tiene la Canal de Trea por tantos y tantos montañeros que la habían ascendido y que a todos les había impresionado sobremanera.
Por mi parte no la conocía y con los años que llevo viviendo en León, visitando sus montañas, no podía dilatar por más tiempo esta cita en los siempre majestuosos Picos de Europa.
Otros de los atractivos que añadiría a la excursión era pasar la noche en la Vega de Ario y ascender varias de las cumbres que se observan desde este lugar de verdes pastos.
Uno de los objetivos principalesera era el Pico Cuvicente al que también me era desconocido.
El Jultayo, en cambio, sí lo ascendí hace ya más de una década en compañía del Club de Montañeros Yordas. De aquella vez apenas guardo recuerdos pues no disponía de los medios que tengo ahora para inmortalizar las rutas. Aparte, la ascensión a la cumbre, la completamos saliendo desde los Lagos de Covadonga.
Desafortunadamente, fue un día gris y lluvioso que deslució por completo la ruta.
Desde luego, la ascensión desde la parte asturiana saliendo desde los Lagos (1100 metros ) hacia el Jultayo (1940 metros ), no tiene comparación en cuanto a desnivel frente a la Canal de Trea y el pueblo leonés de Caín (460 metros ) desde donde se sale. Por supuesto, mucho más exigente esta segunda opción que nos planteábamos.
El Jultayo, aparte de ser un extraordinario balcón, tiene otra singularidad; es la cumbre destacada que se yergue más al norte dentro de la provincia leonesa.

También completaríamos las dos jornadas con ascensiones, aparte del Cuvicente y Jultayo, a otras tres montañas modestas, más septentrionales y próximas a la Vega de Ario: Cabeza Julagua ( 1722 m ), Cabeza del Covu ( 1710 m ) y Cabeza del Verde ( 1720 m ).

Fin de semana exigente pero extremadamente bello y emocionante que a continuación acompaño con una selección de imágenes del mismo, un croquis mapa y el relato de vivencias y detalles que disfrutamos durante la ruta.



Mapa del recorrido completo desde Caín
Salimos del pueblo de Caín por la archiconocida senda de la "Ruta del Cares" en dirección a Puente Poncebos.
Bien señalizada, sin posibilidad de pérdida, siguiendo el curso del río Cares por la senda tallada en la roca hace casi un siglo, avanzaremos unos kilómetros dirección norte, cruzando de una parte a otra del río varias veces por puentes metálicos, hasta llegar al conocido Puente Bolín -antiguo Puente Trea-. Tras pasar el puente nos desviaremos a nuestra izquierda saliendo de la Ruta del Cares para tomar la senda que asciende por la Canal de Trea ( está indicado el desvío ).
Esta senda va ganando un fuerte desnivel a través de diferentes pisos; montano, subalpino y alpino; dado el enorme contraste de altura que existe entre el inicio de la senda en el Puente Bolín ( 400 m ) y el Refugio del Marqués de Villaviciosa situado en la Vega de Ario ( 1630 m ).
En el primer tramo de la senda observaremos encinas, quejigos y robles y más arriba estas dan paso a las hayas, arces, abedules y fresnos.
Tras el bosque hay un buen tramo de escobas por donde serpentea la definida senda. A mayor altura los arbustos desaparecen y da lugar a zonas de desnuda piedra caliza salpicada de manchas herbosas.
Y, por supuesto, en todo momento, la Canal de Trea, se encuentra flanqueada por colosales paredes, al norte y al sur, que caen a pico hacia el desfiladero del Cares.
Podemos sumar a esta belleza paisajística las extraordinarias e inigualables vistas que se disfrutan del Macizo Central de los Picos de Europa.
La intensidad de la Canal de Trea en cuanto o a biodiversidad, paisaje y entretenimiento hace que me olvide del esfuerzo.
A mitad del recorrido de la Canal nos encontramos con un manantial donde aflora abundante agua fresca y que debemos aprovechar para recargar cantimploras. Tampoco es mala idea hacer una breve parada al lado de esta surgencia para comer un poco y reponer calorías. Este lugar se conoce como fuente el Peyu ( situada alrededor de los 1250 metros ).
Se continua el duro ascenso a la par que se amplia miras a las montañas del Macizo.
Según vamos ganando altura nos llamará la atención la estilizada Torre que se yergue enfrente nuestro, situada en el lugar conocido como Huerta del rey, Torre a la que nos iremos acercando ya que hacia su base se dirige la senda marcada.
Una vez situados en la base de esta aguja la senda gira hacia el norte para seguir ascendiendo por otra estrecha canal para culminar en el borde de una gran hondonada desde la cual y sin perder altura gira de nuevo hacia el noroeste para ganar en pocos metros una balconada herbosa por la que se puede acceder fácilmente a lo alto de la Torre de Huerta del Rey desviándonos ligeramente de la senda de ascenso; ocasión que no dejamos escapar ni mi amigo Guilar ni yo.
Seguimos por la senda en continua progresión ascendente pero a partir de aquí hasta el collado las Cruces ( 1571 metros ) la pendiente se modera.
Para algunos del grupo es todo un respiro alcanzar al fin el Collado y la Vega de Ario al haber superado la exigente Canal de Trea.
Seguimos en dirección al refugio de Marqués de Villaviciosa por una senda marcada y por un terreno "lunar" donde se suceden hondonadas parcialmente cubiertas de gramíneas y con afloramientos de roca caliza.
En poco tiempo llegamos a los 1630 metros donde se asienta el refugio donde hemos reservado estancia para una noche.
Todavía nos quedan poco más de dos horas de luz así que cuatro de nosotros decidimos descargar las mochilas en el refugio y ascender varias de las modestas cumbres que se alzan próximas a la Vega de Ario.
A un tiro de piedra, mirando hacia el noreste y superando apenas 100 metros de desnivel, llegamos a la primera cumbre conocida como Cabeza Julagua ( 1722 m ) desde la cual observamos la costa cantábrica y el mar. La segunda cumbre la alcanzamos tras seguir por el cordal sureste bajando a los 1662 metros del collado y ascendiendo en unos minutos a los 1710 metros del Pico Cabeza del Covu.
La tercera de ellas, Cabeza del Verde ( 1720 m ), la alcanzo en solitario tras quedarse mis amigos esperándome en la cota intermedia.
Tras reunirnos, regresamos juntos al Refugio para cenar y descansar.
Al día siguiente salimos en dirección hacia el Jultayo: Montaña bien visible desde cualquier punto de la Vega de Ario.
En el primer tramo seguimos orientación hacia el Collado de las Cruces. Una vez allí ascenderemos por la suave ladera norte de esta montaña por una estrecha senda bien marcada conocida como la Vallera. A nuestra izquierda queda el Jou del Jultayo.
En el Collado se ha quedado esperándonos uno de nuestros amigos. Ya ha tenido suficiente con la paliza de la Canal de Trea y quedará descansando hasta que regresemos nosotros de los picos próximos que queremos ascender para regresar todos juntos a Caín.
Con las mochilas ligeras de peso al haber dejado buena parte de nuestra carga al cuidado de este amigo nos encaramamos en breve tiempo al grandioso mirador del Pico Jultayo (1940 m ).
Desde allí observamos la  pared vertical que cae  sobre el pueblo de Caín y también, destacadas, las cimas principales del Macizo Occidental.
Para continuar hacia el vecino Pico Cuvicente tenemos que seguir la cresta que los une primero bajando a los 1829 metros del collado sin pasos difíciles pero sí aéreos.
Desde el collado es evidente la ascensión por la arista al Cuvicente. El terreno es, quizás, más vertical y esta sensación se acrecienta a medida que nos acercamos a su cumbre cuando debemos salvar un expuesto paso en la parte superior de una estrecha chimenea que confluye cerca de la cima.
Tampoco es difícil ya que existen buenos agarres para pies y manos.
En lo alto del Cuvicente ( 2014m ) y tras descartar avanzar hacia la Torre la Celada por la arista Oeste retrocederemos por nuestros pasos hasta cerca del collado con el Jultayo para aprovechar la suave ladera y unas pedreras que dan hacia el noreste y perder así desnivel hacia la Vega de Ario donde nos espera nuestro amigo.
Conectaremos con la senda de la Vallera poco antes de llegar al Collado de las Cruces ( 1571 m ) y enfilar de nuevo la Canal de Trea para regresar al pueblo de Caín por el mismo trayecto que utilizamos para el ascenso.

Dificultad del recorrido: Media-Alta

Desnivel de ascenso acumulado entre los dos días: Unos 1900 metros

Distancia: 19 kilómetros y medio

Tiempo utilizado para todo el recorrido: 11 horas y 30 minutos

Altitud mínima : 400 metros
Altitud máxima : 2014 metros



Los Picos de Europa es el paraíso del escalador.
Enormes y atractivas Torres nos reciben a nuestra llegada al pueblo de Caín.

Pararge aegeria
Las casas y calles del pequeño pueblo de Caín están dispuestas para acoger los cientos de turistas y montañeros que se acercan por aquí para iniciar, muchos de ellos, una de las rutas mas frecuentadas del norte peninsular; La Ruta del Cares.

Nuestra primera parte del recorrido hacia la Vega de Ario es coincidente con la parte leonesa de la famosa ruta del Cares.


La Ruta del Cares pasa por encima del muro del pequeño embalse que retiene parcialmente las aguas del río.

La primera parte de esta ruta circula por una atractiva galería excavada en la roca del desfiladero.
 
En este punto y en otra época más lluviosa o del deshielo primaveral, el agua se precipita por aquí en forma de cascada.

La Ruta del Cares sigue en gran medida un perfil llano o semillano al marchar paralela al río.
En la imagen superior se observan unas escaleras que conectarán unos metros más adelante con otra senda que sale a mano derecha, cruza un puente y enlaza con la larga Canal de Dobresengos.
Esta es ruta habitual para ascender al Torrecerredo y otros picos del Macizo Central o de los Urrielles.
Por nuestra parte continuamos por la margen izquierda del Cares.

Vista de la Canal de Dobresengos

La senda marcada va cambiando de vertiente por unos puentes metálicos. Ahí enfrente tenemos el "Puente de los Rebecos".

Nuestro punto de referencia para salirnos de la senda del Cares y encarar el ascenso por la Canal de Trea es nuestro paso por el "Puente Bolín" que observamos en la imagen superior.

Este es el desvío marcado que sale a mano izquierda tras cruzar el puente.
Atrás queda la cómoda pista de Caín-Puente Poncebos y ahora nos toca afrontar el considerable desnivel que nos separa de la Vega de Ario.

Se puede apreciar que la senda en sus primeros giros va ganando altura rápidamente.
Enseguida entramos en calor...

Lo más destacado de esta primera parte es el bosque de encinas y quejigos que cubre el piso más bajo del desfiladero. 

 
Aster aragonensis
1 ¿?


Atrás quedaron las encinas y ahora la senda nos conduce a un bosque de robles y hayas.
 
El desfiladero del Cares va quedando por debajo de nuestra vertical.
 
Se agradece la fresca sombra de estos árboles durante la exigente subida a Ario.



Poco a poco y marcando cada uno nuestro ritmo que nos permita progresar sin vaciarnos del todo...llegamos a un manantial de corto recorrido en el que brota un buen chorro de agua fresca.
Se conoce como Fuente el Peyu y este es el único lugar dentro de la Canal de Trea donde podremos abastecernos de agua.
Es el momento de detenernos unos minutos, reponer líquido y alimento para poder seguir luchando con la pendiente.
 
Scabiosa columbaria



Atrás queda el piso inferior recubierto en buena parte por bosque y nos sumergimos en un ambiente distinto donde reina los herbazales y la piedra caliza.

En nuestro ascenso nos cruzamos con un Cabrero al que alguien de nuestro grupo se le ocurre preguntarle si queda mucho para llegar...
- " ¡ Si todavía os queda lo peor !" "Poco más adelante tenéis la subida a Huerta del Rey..."-
- Vale.-

Las espectaculares vistas hacia el Macizo Central de Picos van ganando enteros a media que cogemos altura.
Desde esta perspectiva aun no distingo bien las cumbres de Torrecerredo y Pico de los Cabrones que, sin duda, son observables desde esta posición.

La excusa de contemplar el extraordinario paraíso de montañas que se yergue alrededor nuestro es razón suficiente para detenernos y mientras tanto recobrar el resuello.

Me llama enormemente la atención la estilizada torre que se yergue en mitad de la Canal de Trea y a cuya base parece acercarse la senda.
Quien nos iba a decir en este momento que poco tiempo después, mi amigo Guilar y yo, tuviéramos la oportunidad de asomarnos en lo más alto de este espléndido balcón...
Vista desde aquí parece totalmente inaccesible...pero a sus espaldas se esconde el secreto para conseguir llegar a su extremo más vertical.
Ya lo veremos ya...

Las horas de ascenso van pasando a la par que las fuerzas  merman.
Aun y todo no cesamos en nuestro empeño de conseguir ganar las alturas donde se asienta el refugio del Marqués de Villaviciosa.

Le pido a mi amigo Juan Carlos que me retrate al lado de la atractiva Torre de Huerta del Rey.
-¡Que preciosidad!-

 
Campanula arvatica



Bordeando la Torre de Huerta del Rey por el este hacia el noroeste.
La senda marcada se dibuja perfectamente entre la vegetación rala y se percibe a su paso por los canchales.
No tenemos pérdida.

El Collado de las Cruces ( 1571 metros ). Por ahí debemos pasar para acceder a la Vega de Ario.

Kike posando en lo alto de la Torre huerta del Rey
Unos cuantos minutos después de contemplarla ensimismado desde el fondo de la Canal de Trea se nos presenta la oportunidad para encaramarnos en lo alto de este extraordinario balcón.
Mi amigo Guilar y yo tenemos ánimo por conocer los secretos de su cumbre y es por lo que nos desviamos temporalmente de la senda al Collado para alcanzar por una plataforma herbosa el punto álgido de esta vistosa Torre.
La foto chula hubiese sido hacerla desde abajo con alguien encaramado arriba...pero no hay voluntarios de entre el grupo para perder ahora desnivel y darnos el capricho de una extraordinaria estampa.
Otra vez será...

Ahora es mi amigo Guilar quien se acerca a lo alto de la Torre para posar desde allí para mi cámara.
Estos lugares atrapan... ¡vaya que sí!
 
Helianthemum apenninum subsp. urrielense -Endemismo de la Cordillera Cantábrica-

Erica vagans

La Torre del Friero se observa perfectamente desde esta altura.
La estilizada Aguja Maria Luisa acompaña elegantemente a la cumbre del Friero...

Últimos metros para alcanzar el Collado de las Cruces.
 
Vista panorámica de la Torre Huerta del Rey

Pepe, Guilar, Juan Carlos y Didi en el Collado de las Cruces

Kike

Lo más exigente de la ruta de hoy ya ha pasado.
Acabamos de ascender la Canal de Trea.
Ahora nos queda un corto y cómodo trayecto hasta el refugio del Marqués de Villaviciosa.

La Vega de Ario parece un paisaje lunar...
Allí se suceden las hondonadas y pequeñas elevaciones que vamos sorteando en nuestro acercamiento al refugio.


Hacia el norte retrato estas montañas asturianas que minutos más tarde y partiendo desde el refugio ascenderemos varias.

Uno de los principales objetivos para el día siguiente es alcanzar la cumbre del Pico Jultayo.
Montaña la cual podemos observar con detalle su asequible vertiente norte y que contrasta con la enorme pared de su vertiente meridional.

En esta otra foto retrato otro de nuestros objetivos: el pico Cuvicente.
Montaña que da continuidad a la cresta del Jultayo por el Oeste.

Juan Carlos y Didi en la Vega de Ario

A la Vega de Ario se sigue subiendo el ganado todos los años para que aproveche los siempre verdes pastos que se dan a estas latitudes una vez se retiran las nieves invernales.
Muestra de este uso ancestral de la vega son las pequeñas cabañas de los pastores, ahora parece que en desuso, que se observan al llegar donde se inicia la explanada herbosa.

Atravesando esta zona de llambrias camino del Refugio.
 
A la vista el Refugio del Marqués de Villaviciosa en la Vega de Ario.
Es aquí donde tenemos reserva para pasar la noche.
También tenemos contratado la cena y el desayuno de mañana.

 

Llegamos al Refugio sobre las 17:30 de la tarde.
Es pronto. Nos quedan varias horas de luz y ya que nos hemos dado el paseo hasta aquí merece que sigamos inspeccionando el entorno...
Decidimos dar un corto paseo hasta la hora de la cena por las montañas próximas al refugio.

Antes de salir al exterior me fijo en varios de los libros que tienen a disposición del público en la sala-comedor. Uno de ellos me resulta harto interesante;
"Manual de flora vascular amenazada del Parque Nacional de los Picos de Europa"
- Ya tengo lectura para después de la cena...-

Decidimos ascender en primer lugar el Cabeza Julagua (1722 m ) donde apenas distan 100 metros de desnivel desde el refugio.
Con ello también disfrutaremos de buenas panorámicas del terreno por donde nos moveremos mañana.
La idea consiste en alcanzar cumbre del Jultayo y Cuvicente...y a ser posible seguir el cordal hacia la Torre de la Celada.
Veremos...

Zoom hacia la Torre del Friero y la Torre de Liordes; Imponentes montañas que se yerguen al sur de la Vega de Asotín.
 
Crocus nudiflorus

Ascendiendo al Cabeza Julagua

En la cima del Julagua me retratan con vistas al Macizo Central de Picos de Europa.
 
Desde este cordal se puede apreciar la Costa Cantábrica.
Merece la pena acercarse.

Mas de mil metros por debajo nuestro ha quedado el Desfiladero del Cares.


Continuamos el corto recorrido hacia la cima de Cabeza del Covu (1710 m ) situado al este del Julagua.
Animo a mis amigos a seguir encumbrando las cotas del entorno.
Parece que desisten y deciden esperarme en lo alto del Covu a que yo me acerque a otra cota situada más hacia el este conocida como Cabeza del Verde (1720 m ).
Le dejo mi cámara a Juan Carlos para que me saque foto con zoom desde esta segunda cota.

Kike en la cima de Cabeza la Verde.

No podía faltar el zoom hacia el techo de la Cordillera donde destaca el Pico de los Cabrones ( 2553 m ) y el Torrecerredo ( 2648 m ).

Último retrato antes de acudir a la merecida cena dentro del Refugio.

Luces del atardecer sobre el Friero
 
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El refugio por estas fechas se encuentra casi al completo de su capacidad y debemos compartir estancia de pernocta con otros tantos montañeros.
Varios de nosotros ya sabíamos uno de los mayores problemas que puede haber al pasar la noche dentro de estos Refugios tan concurridos...
- Siempre nos toparemos con varios roncadores que nos hagan pasar la noche en vela.-
Para ello hemos venido provistos de tapones para los oídos que minimizarán estos ruidos nocturnos.
Dormimos pues.
 

El amanecer del día siguiente es espectacular. Ni una sola nube en el cielo, buena temperatura y con muchísimas ganas de emprender otra jornada cumbrera tras el buen descanso y comida ofrecida por el guarda del refugio y su agradable familia.
Un perro Samoyedo de pocos meses juego con nosotros mientras ultimamos los preparativos para salir.
Nos dice orgullosa su dueña que a pesar de su corta edad, el cánido, ya ha ascendido Jultayo, Cuvicente y otros tantos montes de los alrededores.
También resistió un largo paseo hasta el Macizo Central sin emitir ni una sola queja por cansancio.
-¡Todo un campeón !-
 
Nos despedimos del refugio hasta más ver.
De no ser por las numerosas vacas que se mueven en el entorno de la pradera, quizás, me hubiese planteado un vivac en el exterior.
Ya tuve una mala experiencia con ellas en una noche pasada en Vegahuerta...
También, de vez en cuando, hay que hacer gasto en estos sitios.


En marcha hacia el Jultayo retrato el cordal completo que se observa desde la Vega de Ario.
Nuestro amigo Pepe ya nos ha avisado de que él se quedará esperando en la pradera hasta que nosotros hayamos ascendido estos objetivos.
Por su parte ya ha tenido suficiente con lo ascendido durante el día de ayer y quiere reservar fuerzas para el descenso por Trea.

Tras la Torre de la Celada (izquierda) se encuentra el collado llamado Boca del Joon ( 1800 metros ).
Hasta él tengo pensado llegar si ascendemos también la Torre la Celada.
Desde este collado también es posible conectar con la senda que desciende al pueblo de Caín por los sedos de Oliseda.
También era otro de mis objetivos poder inspeccionarla...pero en todo caso hubiese sido más factible recorrerla en el acercamiento hasta aquí.
Para descender es menos recomendable ya que, dicen, existen varios pasos de destrepe que complican el recorrido.
Otra vez será...

 
Camino de nuevo hacia el Collado de las Cruces para tomar la senda buena hacia el Jultayo.
 
Otros tantos montañeros se han puesto en marcha a la par que nosotros.
La gran mayoría descenderá ahora por la Canal de Trea.
Las previsiones  meteorológicas para el día de hoy a partir de las dos de la tarde es de aisladas tormentas...
Nosotros esperamos poder estar de vuelta antes de esa hora.

Una de las montañeras con las que coincido en el refugio y en el recorrido hacia el Collado de las Cruces me reconoce...
- " Tú eres el chico que va todos los días a trabajar en bicicleta por Trobajo del Camino... ¿no?. Es que te veo muchos días y me sorprende verte pedaleando bajo la lluvia, nieve o lo que caiga.
¡ Vaya ánimo que tienes !. " -

- "Hay que publicitar este medio de transporte tan eficiente, ecológico, barato y sano. Para mí lo raro es que no nos movamos la mayor parte de la gente así durante los recorridos cortos por la ciudad... ¿Sabías que, según estadísticas, casi la cuarta parte de los desplazamientos que se realizan en coche por España es para hacer menos de dos kilómetros?.
Es preocupante el estado de inmovilidad al que hemos llegado. Recorridos de esta distancia se pueden hacer en veinte minutos andando o en siete pedaleando tranquilo."

En esta imagen superior dibujo en línea discontinua de color rojo el recorrido que hacemos para ascender al Jultayo y Cuvicente.
La línea roja de la izquierda marco el ascenso y la de la derecha el descenso hacia el Collado de las Cruces.

No podía faltar en Picos de Europa la atenta mirada de los rebecos.
Un numeroso grupo pasta en la ahora soleada ladera norte del Jultayo.
 

Ganando altura hacia el Jultayo retrato las montañas que se disponen próximas al refugio donde pasamos noche y que fueron escenario del recorrido de ayer tarde.
Cabeza Julagua, el Covu y el Verde.


 
Gentiana verna
Uno de los detalles que más me sorprende es la vista de flores de Gentiana Verna.
Por lo general estas suelen aparecer durante la primavera tras la retirada de las nieves...y no al principio del Otoño.


Vistas hacia el desfiladero del Cares
 
Una vez encumbramos el fácil Jultayo tenemos una extraordinaria panorámica de casi todo el Macizo Occidental de Picos.
Hacia el sur destacan la Torre Bermeja y los Moledizos.

Foto de cumbre en el Pico Jultayo ( 1940 m ): Guilar, Juan Carlos, Didi y Kike
Con vistas a la hermosa Peña Santa de Castilla...

Mirando hacia la Vega de Ario se distingue otro cordal de montañas situadas al norte de las que ascendimos en la tarde de ayer; el Pico Jascal y Cabeza Llerosos.

Panorámica con zoom hacia el acceso al Jou Santo desde la Canal de Mesones que asciende desde Caín al corazón de este macizo Occidental: el Boquete.

Más de 1500 metros de desnivel nos separan del pueblo de Caín al que divisamos desde la cumbre del Jultayo.
La cara sur de este Pico es una considerable pared vertical.

Nos ponemos en marcha hacia el Cuvicente avanzando por la cresta hacia el Oeste.
Impresionan las vistas...

Destrepe hacia el collado de 1829 metros.
 

Durante el descenso del Jultayo, Juan Carlos que avanza en primer lugar, descubre una curiosa ventana natural a la que inmediatamente le entran ganas de asomarse...

Hacia ella le acompaña nuestro amigo Guilar que no pierde detalle durante toda la excursión.

A punto de alcanzar el collado entre Jultayo y el vecino Cuvicente.
Tenemos enfrente la preciosa Peña del Cuvicente ( 2014 metros ) que es menos frecuentada que esta primera.
Para mí es toda una novedad y resulta por ello también más atractiva.
 
Ganando metros al Cuvicente

Abajo ya queda el pico Jultayo del que obtenemos muy buenas imágenes desde esta cumbre vecina.
 
Los últimos metros a la cumbre del Cuvicente son de trepada fácil con algún paso aéreo.
- ¡ Que divertido !-
 
Aquí tenemos a mis tres compañeros y amigos disfrutando a tope de la verticalidad del macizo de Picos.
A tener en cuenta la sonrisa de oreja a oreja de Juan carlos y Guilar...

Cima del Pico Cuvicente: Guilar, Didi, Juan Carlos y Kike
 
Tras acercarnos unos metros a la cresta oeste que enlaza con la Torre de la Celada no lo vemos nada claro para el destrepe.
Vemos que nos podemos entretener más de la cuenta y hacer esperar a nuestro amigo Pepe que esperar reunirse con nosotros en la Vega de Ario para bajar juntos por la Canal de Trea.
Desestimamos esa primera opción y retrocedemos hacia el Collado entre el Cuvicente y Jultayo.
 

Me da pena despedirme de esta cresta sin llegar a conocerla...pero ya habrá más ocasiones para acercarse a estas preciosas montañas.
Tarea pendiente que me queda.


Zoom hacia el pueblo de Caín desde la creta Cuvicente- Jultayo.

Nuestro amigo Didi en lo más divertido del descenso del Cuvicente.
 
Buenos apoyos para manos y pies...y esto se supera con facilidad.
 

En vez de seguir por la cresta de nuevo al collado nos desviamos hacia el Jou del Jultayo por lo que vemos factible descender aprovechando alguna de las pedreras existentes.

Juan Carlos recortando silueta en la cresta del pico Cuvicente.
 
Nos deslizamos con agilidad por estos canchales de piedra menuda.
Para ascender son incómodas...pero para bajar son todo una gozada.

Colirrojo Tizón

En los meses libres del manto blanco es divertido recorrer todos los rincones de este gran macizo calcáreo.
Cuando llega la nieve ya hay que tener más cuidado pues esta puede ocultar muchas de las profundas simas existentes en estas montañas.

Vistas hacia el Jou del Jultayo y el Pico Cuvicente.
 
Nos reunimos todos los amigos en el Collado de las Cruces para iniciar el largo descenso por la Canal de Trea.


Atrás queda la mole del Jultayo y la Vega de Ario.
Volveremos a estos lares...no tenemos duda.

Misma senda que la de ascenso...y vuelta a pasar por la singular Torre Huerta del Rey.
Desde aquí se divisa bien la explanada herbosa por la que nos podemos acercar hasta su borde.
 
 
Dianthus Monspessulanus

 

 
Geranium sanguineum
Antirrhinum graniticum



 
En la base de la Torre huerta del Rey

 
Primeros árboles de altura en la Canal de Trea
 
 Se pierde mejor desnivel que se gana. El esfuerzo es mas de retención que de impulsarte.
Ya han pasado las dos de la tarde y parece que la tormenta que pronosticaban para hoy no ha dado atisbos ni señales.
Nos alegra mucho que por esta vez errara el señor del tiempo...
 
Brintensia circe -Rey Moro-


Llegando a la zona donde se encontraba el cabrero y el "hueco" del paredón donde suele resguardar al rebaño.

Lasiommata megera  -Saltacerc​as-

 
2 ¿?



Entrando en el bosque.
 
Podarcis muralis -Lagartija roquera-



En el lugar donde brota la Fuente el Peyu.
De la roca grande a la izquierda de mis amigos surge un manantial de agua fresca que es bien aprovechado por los que nos adentramos en este exigente camino de Trea.
 
Mantis religiosa

 
Gonepteryx rhamni




Hericium erinaceus
Este curioso y enorme Hongo se encuentra dentro del Catálogo de Especies amenazadas.
Es una suerte poder encontrártelo por el monte ya que, hasta ahora, no había tenido la oportunidad.
Gracias a mis amigo Andrés que lo identificó pude darle nombre a esta foto que me llevé como recuerdo para casa y para mi archivo personal.


Saliendo a campo abierto del bosque de encinas y quejigos.
Ahora gruesas nubes ocultan los rayos de sol...parece que evoluciona todo a la pronosticada tormenta pero agradecemos que esta se haya retrasado varias horas... 
 
Centranthus lecoqii

Vistas en la vertical del desfiladero del Cares
 
Ya hay ganas por parte de mis amigos de llegar al llano de la senda.
Por mi parte también estoy cansado...pero las piernas no se quejan todavía. Me da pena marcharme de aquí. Me gustaría seguir recorriendo otras canales y ascendiendo más montañas un día tras otro.
-¡ Hay tantas cosas por conocer !-
 

3 ¿?

Última parte de la Canal de Trea
 
En unos metros conectaremos con la senda del Cares y con el Puente Bolín de esta ruta donde termina la Canal de Trea.
Juan Carlos y yo nos hemos adelantado con respecto al resto de amigos que acompañan al sufrido Pepe.
Para él es la primera vez que se mete una de estas palizas por la montaña y ha sido muy duro.
Esperemos que guarde buen recuerdo cuando se le quiten las agujetas y quiera repetir con nosotros en un futuro.

 
Asplenium trichomanes
 
Vanesa atalanta

Todos juntos remontando la archiconocida Sena del Cares en dirección a Caín.
 

Llegando a la pequeña presa del Cares muy cerca del final de nuestra ruta.
 
Se acabaron aquí dos días intensos e inolvidables por los Picos de Europa.
Esto es un paraíso para el amante de la naturaleza y las montañas.
No cabe duda que volveremos a estos senderos...
No tiene explicación nuestra perseverancia con estas orografías.
Para entenderlo hay que vivirlo.
Sumergirte en estos paisajes es la mejor terapia que se puede hacer para olvidarnos por unas horas o días de cualquier problema que nos aqueje en la rutina de la semana.
Ven y déjate llevar.