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lunes, 11 de junio de 2012

Transcantábrica en BTT 4ª Etapa: Torrebarrio-Cuérigo

Bajando del puerto de Piedrafita hacia Casomera (Asturias). De noche, lloviendo...y por una senda de cabras.



Mapa de la ruta de la 4 Etapa: Torrebarrio-Cuérigo.

(Ver texto de la etapa anterior)

Por la noche y debido a la lluvia hemos tenido que ir a refugiarnos a la parada de autobús de Candemuela. Allí hemos extendido los sacos e intentado conciliar el sueño...

Sobre las cuatro y media de la madrugada sale un señor mayor con una linterna de una de las casas y empieza a dar vueltas alrededor de la parada del bus donde nos encontramos. Regresó el señor a su vivienda tras mantener una breve e ininteligible conversación con Jorge.
También se acercó en algún momento de la noche uno de los perros del pueblo a olfatearnos.
–“¡Pero que curiosos que son todos en este pueblo¡”-
A las siete de la mañana empieza a llover con mas virulencia y la junta dilatadora de nuestro techo es tan amplia que se forman goteras y caen encima de nuestros sacos.
Recogemos todo, esperamos a que escampe un poco y salimos hacia San Emiliano tras vestirme con mi traje de lluvia; Chaqueta, pantalón y bolsas de plástico para los pies. Desayunamos en este pueblo y  aprovechó a comprarle a Jorge en una de las 2 tiendas del pueblo su equipo de agua. Mi amigo me comentó antes de salir que no lleva impermeable. –“Si llueve, ya me pongo el traje de baño.”-
Pero esto que cae es una lluvia fría, no es como la lluvia cálida de sus ciclo rutas por la costa del sur peninsular o las islas.¡ Incluso teníamos previsiones de nieve por encima de los 2500 metros ¡
Bien equipados los dos seguimos la alternativa que propuse el día anterior en el caso de que lloviese: La ruta de la guía nos llevaba a subir el Alto de la Cubilla para después seguir el resto del camino por tierras asturianas hasta Casomera.
Esta borrasca viene de norte por lo que descargará mas agua en el lado asturiano de la Cordillera. Continuaremos por la vertiente sur leonesa para pasar a Asturias por el desconocido camino del puerto de Piedrafita al final de la etapa. Dicho y hecho.



Amanece lloviendo en Candemuela
Nuestro lugar de pernocta: La parada del bus de Candemuela



Vamos por el asfalto siguiendo el curso del Río Luna. Llegamos al embalse y a la famosa obra de ingeniería del puente de la autopista León-Oviedo. Es aquí donde escampa un poco y hace que nos quitamos parte del traje de lluvia que de no hacerlo nos hará sudar en exceso en la subida al puerto de Aralla.
De esta guisa nos hemos tenido que vestir para protegernos de la lluvía: Pantalón y chaqueta impermeable y bolsas de plástico para los pies.

Cerca del alto del puerto nos desviamos subiendo otro poco por la carretera para después de atravesar un tunel adentrarnos en el valle de Arbás: Lugar donde inicia su curso el río Bernesga.
Impresionantes moles rocosas como el Cueto Negro o las Tres Marias se dejan ver casi en su totalidad bajo los nubarrones que cubren sus mas altas cotas.


Nos gusta este valle y su  solitaria carretera. Numerosos grupos de cigüeñas buscan su comida diaria en los prados aún verdes del valle. Se deja ver también algún águila que posadas en diferentes oteaderos hacen que Jorge detenga su bici para intentar sacarlas una buena foto. En vano  pues son momentos en los que alzan el vuelo alejándose de nosotros.
Cueto Negro a la izquierda y a la derecha, parcialmente cubiertas; Las Tres Marías
En Villamanin es día de mercado. Por lo que nos aprovisionamos en los pequeños tenderetes de comida: Fruta, queso... y fue al comprar el pan cuando nos pasó una curiosa anécdota:
Habíamos comprado algo de queso a un señor de uno de los puestos y tras dar una vuelta por el pueblo buscando una panadería volvimos a él en el momento que estaba recogiendo su tienda para marcharse. Queríamos comprarle medio pan de una de sus hogazas de leña y de kilo.
– “¿¡Un trozo pan¡? ¡No me deis nada. Porque un trozo pan no se lo cobro a nadie¡. Tomad este y este... y este también.”-
Total: Que tuvimos pan para dos días.
Durante  la comida de frío en el pueblo de Fontún y a la sombra del pico del mismo nombre y del que  me recuerdo por otra curiosa y enigmática anécdota en la primera de las tres ocasiones en que lo ascendí: Debió ser un campo magnético(pienso yo) el que inutilizó durante la media hora de estancia en su cumbre; la brújula del reloj-pulsómetro que suelo llevar y también  mi cámara de fotos la cual subiendo y a  medio camino dejó de funcionar el zoom óptico. En la cima, aún consiguiéndola encender, dejó de responderme el botón disparador de la cámara. Lo mas sorprendente es que habiendo bajado de este monte y ya sentado en mi coche comprobé, que tanto brújula como cámara de fotos, funcionaban con total normalidad.
No me ha vuelto a pasar nada parecido.
Y eso que he vuelto en otras dos ocasiones a esta montaña.

 

Proseguimos con la ruta y al poco de empezar la subida a Collada de Cármenes la tormenta  que venía anunciándose kilómetro atrás empieza a descargar y hace que busquemos refugio de la lluvia debajo de un balcón en Velilla de la Tercia.
Minutos después una señora de una casa cercana nos invita a refugiarnos en su salón y a acompañarla tomando un café.
Se llama Maria Elena y tenemos una agradable charla con ella de casi una hora. Nos contó sus experiencias, sus proyectos...

Después de la agradable estancia en casa de Maria Elena, seguimos nuestro rumbo superando la collada de Cármenes y bajando al pueblo del mismo nombre para remontar después el valle del Torio hasta el pueblo de Piedrafita donde termina el asfalto y empieza el camino que sube hasta los  1683 metros de la collada que separa León de Asturias.




Pequeño desfiladero en la vertiente leonesa del Puerto de Piedrafita
Este camino nos encanta. El paisaje del valle y las montañas que lo cierran es una maravilla. Vemos algún nevero al oeste, en el Pico de Pisones de 2050 metros.
Viviendo como vivo en León, desconocía por completo estas bellas montañas. Por lo que me lo apunto en la agenda para una futura  ruta. Quizás en mis dos anteriores visitas al cercano monte Brañacaballo, máxima altura de la zona,  sus laderas cubiertas de matorral y  muy “suavizadas” al ser moldeadas  por la erosión. Ocultaban la belleza de las montañas  mas agrestes y alpinas que se alzaban  mas al norte.
Los ganaderos llevan a sus vacas a estos altos y verdes pastos de verano. A su vez son protegidas y vigiladas por impresionantes mastines. Uno de los cuales me da un buen susto cuando lo encuentro siguiendo  mi bicicleta dos o tres metros por detrás...
Afortunadamente solo quería caricias.


Llegamos al alto del puerto. Ahora pensamos que ya es "pan comido", que solo se trata de dejarnos llevar cómodamente por la gravedad y los giros de nuestras bicis hasta Casomera  mil metros mas abajo....
 Unas espesas nubes lo cubren todo en esta vertiente ocultándonos la aventura que nos esperaba.
El camino que desciende durante sus primeros dos o tres kilómetros nos encanta. Enseguida empieza el impresionante hayedo que con la niebla le dan un aspecto  “embrujado”, como de cuento. Se cerraba el bosque sobre nosotros  cada vez mas y mas...
Poco antes de convertirse el camino en una estrecha senda encontramos  un coche atrapado. Es un coche nuevo y se encuentra vacío. No tiene salida alguna hacia delante y el giro hacia atrás es imposible. Lo han abandonado. (Horas mas tarde comentamos el caso en el hostal del pueblo y nos dijeron que el tractorista del pueblo se está forrando de sacar coches de esta zona).
Con la lluvia que nos empieza a caer, el mal estado de la senda; fuerte desnivel y muchas  piedras grandes; hace que nos desmontemos y caminemos con la bici gran parte del camino.
Aún andando  me caigo al suelo con la bici encima al resbalarme en una piedra lisa y mojada.
Caminando y a su vez frenando las bicis para que no nos venza el peso. 
La lluvia y el barro terminan por desgastar mis ya castigados frenos.-“Mañana sin falta los cambio por los que tengo de repuesto”-
Son muchos kilómetros de bajada por la senda del bosque. La lluvia, el agua del camino y el barro hace que se nos haga interminable. Estamos calados y se está haciendo de noche cuando llegamos a las primeras casas y al asfalto de la carretera.
Preguntamos por un alojamiento en el bar del pueblo de Casomera. Nos dicen que allí no hay nada. Que bajemos cuatro kilómetros y preguntemos en Cuérigo.
En el primer hostal que nos recomiendan tampoco tienen sitio para nosotros. -“Es que con estas pintas, calados y llenos de barro no debemos dar muy buena impresión...”-

Foto del pueblo de Cuérigo tomada al día siguiente de la 4ªEtapa.


Y llegamos a Cál Xabú un hostal que es a su vez un museo de la cocina donde finalmente nos alojan estupendamente.
Tienen el detalle de recoger y lavar nuestras ropas sucias sin querer cobrarnos nada al día siguiente.
Encantador lugar para comer y hospedarse. El mejor sitio por mí y por Jorge conocido para alojarnos unos días en las montañas asturianas.
Nos dicen que por aquí pasan y se alojan muchos ciclistas que bajan por Vegarada pero que somos los primeros que conocen en hacer la Transcantábrica en el sentido Oeste-Este.

86,38 km a una velocidad media de 13,02 km/h en 7 horas y cuarto.





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