Emberiza cia -Escribano Montesino |
Integrantes: Noelia y Kike
El ascenso a Peña Galicia es sin duda una de las rutas más visitadas dentro de la montaña central leonesa.
A pesar de su modesta altura es esta una de las cumbres más frecuentadas por excursionistas y montañeros. Atractiva se mire por donde se mire, atrae la atención con su doble y largo crestón calizo al oeste a la que sumamos su también doble y encrespada cumbre mirándola desde el este.
En su vertiente este se encuentra uno de los valles más extraordinarios que nos podemos encontrar dentro de los aportes de agua al río Curueño; el barranco de Valdecesar.
-Ver ruta al Peña Galicia con descenso por este barranco-
En su pared norte una cueva de origen kárstico de entre tantas de las que pueblan el Alto Curueño: La Cueva del Gorbio.
Cubriendo todo el perímetro de la montaña emerge un destacado bosque de roble rebollo. También son apreciables las manchas de encinas en la vertiente sur. Otras árboles como fresnos, serbales, sauces, chopos, majuelos...acompañan a estas dos primeras especies dominantes.
Los pueblos que se asientan bajo su sombra son la Valdorria al noreste, Correcillas al noroeste, Aviados, Campohermoso y la Vecilla al sur.
Estos tres últimos destacan por ser parte de la zona exclusiva donde se cría el famoso Gallo de Pluma. Muy apreciado por los pescadores de media Europa quienes o bien compran en la cita anual de la Feria que se celebra en el pueblo de la Vecilla la segunda semana del mes de Marzo, o bien hacen sus pedidos a través de las tiendas de pesca o a los propios productores de estos pueblos usando los distintos medios de comunicación y distribución.
Mi familia política, que hacen vida en el pueblo de Campohermoso situado en la falda sur de esta montaña, son criadores de estos apreciados gallos.
Se puede contactar con ellos en Facebook buscando "Mazos Gallo De León Elena Morales" o llamando al teléfono 652108789.
Se les pela unas pocas plumas cada tres meses y suelen morir de viejos.
El brillo de sus plumas les ha valido su fama.
El secreto de ese brillo puede asentarse en la tierra donde picotean y hacen vida.
Cuentan que si se les saca de sus lugares de cría habitual pierden al poco tiempo esa principal característica que les da valor.
Este mismo fin de semana al que hacemos referencia en este blog con la ruta a Peña Galicia es coincidente con la "19 Muestra de Gallos de Pluma y Mosca Artificial" en la Vecilla.
Noelia y yo pasamos la mañana de ese domingo en el pueblo de Campohermoso.
Tras la comida de mediodía nos escapamos unas horas a la montaña para ir a la caída del sol a la Vecilla, donde ayudaremos a recoger el "Stand" en el que han participado durante la feria mis suegros y cuñada.
Pero vayamos de una vez a la descripción de la ruta:
Mapa ruta Campohermoso-Peña Galicia marcada con línea de puntos roja y azul |
Hasta este pueblo se puede acceder desde la capital en el cómodo y económico tren de vía estrecha Feve donde existe la posibilidad de viajar junto a tu bicicleta.
La pista de uso cicloturista y peatonal que une Campohermoso con Aviados forma parte del GR Barruelo de Santullán - Balboa. En concreto este trayecto forma parte de la etapa que une la Vecilla con la Robla.
Este camino gana muy poco desnivel hasta enlazar con la iglesia de Aviados. Largos y recios robles destacan en las lindes de esta pista.
El pueblo de Aviados también lo debemos cruzar íntegro de este a oeste para situarnos en la plaza donde se ubica la Ermita y una fresca fuente con largo pilón. Desde allí giramos al norte enfilando hacia la base de las paredes verticales que abrigan esta población y en donde se abre un corto desfiladero por el que desciende el Arroyo Aviados y se localiza a su vez la pista que nos acercará al Peña Galicia.
Las ruinas del antiquísimo castillo ( 1219 metros ) nos quedarán a la derecha de esta angostura.
La pista continua con rumbo fijo hacia el norte a la par que remontamos paralelamente el curso de agua.
En este trayecto podemos ver los resto de antiguas escombreras de las minas de carbón que aquí se explotaban. Hoy día ya cubiertas por la vegetación autóctona.
Bosquetes de roble y praderías a ambos lados de la pista.
El punto clave de esta ruta es el abandono del camino para seguir por una estrecha senda que nos sale a mano izquierda y que corrige el rumbo norte que pierde la pista al torcer esta hacia oriente.
Este desvío esta señalizado con hitos y podemos situarnos al toparnos con un circular cercado para ganado y al obligado paso que nos ofrece la peña en forma de otra angostura avanzando unos metros por la senda.
Aquí la piedra caliza es la dominante y la vegetación arbórea casi desaparece hasta salir a la cabecera de la fuente o manantial de Sierras Blancas.
La característica principal de la Peña Galicia es el largo crestón calizo en forma de sierra que se prolonga hacia el oeste. Las paredes verticales que presenta este monte hacia el sur hace casi infranqueable cualquier otra posibilidad de ascenso por esta vertiente.
El desfiladero que nos proyectará a la cabecera del valle donde se asienta otro tupido bosque de robles y donde confluye la ancha vaguada que une los dos crestones gemelos que dan forma a la Peña.
Aquí existen dos posibilidades de progresión.
Uno de ellos se adentra por el bosque y va ganando metros hacia el este.
El otro, más directo, supera antes una considerable pendiente despejada de vegetación hasta situarnos al inicio de la vaguada herbosa.
Estas dos rutas confluyen a mitad del camino que se dirige al collado este ( 1621 metros ) y que une las dos cimas de Peña Galicia.
En el centro de la vaguada y donde se unen las dos sendas podemos optar por distintas posibilidades de ascensión.
La más completa es seguir ganando metros hacia el este hasta dejar atrás el límite del bosque, girar hacia el norte y ganar la cresta que se dirige a la cima septentrional. Desde allí y con aéreo a la par que entretenido rumbo este con algún paso de fácil trepada alcanzaremos la cima norte de la Peña ( 1664 m ) y que en el mapa del IGN identifica como la cumbre principal de Peña Galicia.
No debería ser así ya que es la cima meridional la de mayor altitud ( 1666 metros ) y a la que podremos enlazar bajando al collado ( 1621 m ) y subiendo con fuerte desnivel esos 40 metros mientras observamos la pared vertical que cae por el este hacia el Barranco de Valdecesar.
Es esta cima de mayor altitud nuestro objetivo de hoy y es en la que la consiguiente muestra gráfica se describe.
Múltiples opciones desde el fondo de la vaguada...
La más sencilla es ganar por la misma el collado este que une las dos cimas.
Otra más y a la que sigue nuestro caminar es ganar la cresta de la cima meridional subiendo por despejada ladera de piedras y herbáceas con orientación a un gran hito situado bien visible en lo alto de la cresta.
Desde este hito de más de dos metros avanzaremos hacia el este por la también aérea cresta con muy buenas vistas al valle de la Vecilla.
Entretenido este tramo nos alzaremos en el punto culminante de la Peña Galicia donde se muestra una grandiosa panorámica de orografías alpinas; Desde los Ubiñas, Tres Marías, Llamargones, Fontañán... al Oeste, el Pico Polvoreda, Pico Bucioso, La Peña Valdorria al norte, Pico de Prado Llano, Pico Muelas, los Mampodre, Espigüete, las Pintas, Cerroso, Pico Moro, Peñacorada...y hasta el macizo occidental de los Picos de Europa situados al oeste y noroeste.
El regreso a Campohermoso lo haremos raudos por el mismo camino de ascenso en esta media jornada que hemos empleado para la ruta.
Desnivel de ascenso acumulado: 600 metros.
Duración de la ruta: Cuatro horas
Distancia: 9 kilómetros
Dificultad: Media
Hoy luce un sol radiante en Campohermoso. Esto unido a la ausencia de viento y una temperatura muy agradable que nos está invitando inexorablemente a salir de ruta.
La perra "Canela" y su compañero "Turco" nos saludan con sus ladridos cada vez que pasamos a su vera. |
Iglesia de Campohermoso |
Para coger la pista que nos conduce al pueblo de Aviados nos desplazamos hasta el extremo oeste del pueblo donde un camino de tierra da continuidad a la calle asfaltada.
Mirando hacia oriente se destaca el Pico Muelas ( 1587 metros ) que es una de las primeras elevaciones que nos podemos encontrar al encarar desde el sur el valle del Curueño.
Desde la pista del PR que nos dirige a Aviados retratamos también las colinas boscosas que se yerguen al sur de nuestra posición.
Esta masa forestal, de pinos y robles principalmente, se extiende casi interrumpidamente a lo largo de 30 kilómetros dirección León capital.
A medida que ganamos unos metros de altura por la pista van asomando otras cumbres conocidas de la línea divisoria valles del Curueño y Porma.
Algunas como la atractiva Lica del Cielo y el Pico Muelas aun pendientes por conocer.
Imperdonable...
Destacados ejemplares de roble rebollo - Quercus pyrenaica- nos asombran con su gran porte en el camino a Aviados.
Lithodora diffusa |
Apenas han desaparecido las nieves y ya nos ofrece su belleza en los valles de montaña.
- ¡Que agradable paseo!- |
Noelia ya carga por sí sola con un peso muy importante...por el momento no cabe compartir esa responsabilidad. Aunque en un futuro no muy lejano espero ser partícipe con tal tarea.
Hoy soy yo quien transporta el resto de útiles que nos pueden hacer falta durante la ruta: abrigo, agua y comida.
Esta es una de las marcas del GR que une las Cuencas Mineras de Castilla y León.
Por el camino que confluye en Aviados nos toparemos en primer término con la iglesia de esta localidad.
Foto de archivo: Como prueba de la nevada que afectó a estos pueblos este invierno cuelgo aquí la misma imagen tomada una semana antes. La semana anterior hicimos también parte de este paseo y ya con las altas temperaturas el deshielo había reducido en buena medida la capa existente.
Había que haberlo visto hace un mes en el que mis suegros quedaron incomunicados en el pueblo durante una semana.
Hasta el tren Feve no podía circular por las vías debido al espesor de nieve.
Zoom hacia las ruinas del castillo de Aviados.
Su construcción parece remontarse a la etapa del conde suevo Gundemaro. Nos encontramos pues en el siglo VII, cien años antes de la invasión de España por los árabes.
Esta fortaleza fue luego solar de la familia de los Guzmanes hasta su demolición por Carlos I, en castigo por el apoyo de este noble al movimiento de los Comuneros.
Lavandera blanca o aguzanieves -Motacilla alba- |
En uno de estos estacionales cursos de agua observamos a las lavanderas. Bien saben aprovechar estas zonas para hacer acopio de insectos que se acerquen aquí en busca del líquido elemento.
Estos nidos, elaborados con barro por las aves migratorias como vencejos y golondrinas, están todavía a la espera que sus dueños legítimos vuelvan de su largo viaje desde tierras del sur.
En las calles más sombrías se conservan neveros. |
Curiosas las pequeñas dimensiones de pórticos y ventanas de alguna de las casas.
Desde la plaza giramos hacia el norte por otra calle.
Desde aquí ya se observa las peñas donde se han equipado varías vías de escalada.
En este momento están siendo aprovechadas por varias cordadas de alpinistas.
Mi compañera Noelia sí que ha estado escalando en estas rocas en alguno de los diferentes cursos que ha hecho.
Por mi parte aun tengo pendiente de explorar.
Tengo todo el equipo. Solo es cuestión de tiempo.
Esta es la angostura por la que salimos del pueblo hacia el norte.
Las vías de escalada las dejamos a nuestra izquierda y las ruinas del castillo a nuestra derecha.
Esta zona también es conocida por los fósiles de origen marino que se observaban en las rocas.
Las dos siguientes imágenes son fotos de archivo de la semana anterior.
Vistas del desfiladero desde el norte por el que se precipitan las aguas del Arroyo Aviados,
La pista que nos dirige a Peña Galicia es bien agradable de pasear.
En primavera estas praderas están repletas de diversa flora.
Destacarán mucho varias especies de orquídeas...
Vistas con zoom hacia uno de los muros de la fortaleza del siglo VII que aun se mantienen en pie.
Eléboro fétido o Hierba de Ballesteros -Helleborus foetidus- |
El camino remonta el arroyo y se dirige recto a la base de las paredes de la cresta oeste de Peña Galicia.
Con zoom retrato alguno de los ejemplares de encina que crecen en la vertical ladera pedregosa.
En este trayecto atravesamos varias manchas de roble.
Aquí acabamos de atravesar el arroyo que ha modelado el valle.
Al fondo se destaca el barranco que divide la peña y por el que intentaremos progresar minutos después.
También en la imagen observamos más detalles...
Hay que acostumbrarse a estos paseos por el monte.
Viviéndolo desde edades muy tempranas puede dar lugar a una apasionante afición.
En esta misma ruta nos cruzamos con varios montañeros, algunos con niños, que regresan de la Peña.
Detalle del barranco que nos conducirá a la cabecera del valle. |
La pista progresa aquí en curvas muy abiertas.
Por nuestra parte atajamos en varios tramos.
Alguien ha tirado trozos de panal de abeja en el linde.
Varías obreras se encuentran enfrascadas en sacarle el máximo provecho.
A pocos metros de aquí se encuentran las colmenas donde acumulan su goloso alimento.
Este punto es de una importancia clave.
Abandonaremos la pista para coger la senda que se dirige al desfiladero.
Falco peregrinus -Halcón peregrino |
Emoción al observar volando a una pareja de Halcones.
Imposible poder enfocarles con mi modesta cámara en sus veloces vuelos...
Suerte de que uno de ellos se posa unos minutos en una repisa y consigo llevarme a casa esta foto testimonial.
La senda pasa al lado de un modestísimo cercado ganadero.
Chirivita -Bellis perennis- |
A punto de sumergirnos en las sombras de la angostura.
Emberiza cia -Escribano Montesino |
Cyanistes caeruleus -Herrerillo común |
Toca hacer huella o mejor seguir las pisadas recientes de los montañeros que nos precedieron.
Allí nos topamos con este bosque joven de robles.
Dos opciones.
O seguir una senda que zigzaguea bajo la masa boscosa o continuar por una ladera despejada de vegetación a nuestra derecha.
Elegimos la segunda opción.
Esta es la parte más pendiente de la ruta.
Corto tramo que nos llevará a la larga vaguada existente entre las dos gemelas crestas de la doble cumbre de Peña Galicia.
En esta cabecera del valle boscoso nace el manantial de Fuentes de Sierras Blancas que da origen al arroyo Aviados.
Enlazamos tras la corta y pendiente ladera con un claro herboso donde unos hitos nos conducen a sumergirnos, temporalmente, en el bosque de robles.
No sin antes echar un vistazo a la cumbre de la Peña donde se observan diminutos a unos pocos montañeros.
En invierno es cuando los rayos del sol iluminan en mayor medida el sotobosque.
Las desnudas ramas así lo permiten.
Salimos de nuevo al centro de la vaguada.
Intentamos salir del nevero buscando la ladera despejada para un mejor avance.
El primer objetivo es alcanzar el alto de la cresta oeste de la Peña.
La dirección a seguir la marca un enorme hito que se adivina a lo lejos.
La Cota de la Nelera ( 1506 metros ) |
En esta foto se observa íntegra la vaguada y la doble cumbre de Peña Galicia.
Hoy nos contentamos con ascender la de la derecha que es la máxima cota.
En el ascenso a la cresta cada uno de nosotros va buscando los mejores trazados para superar el desnivel.
Con vistas al bosque que acabamos de abandonar ya distinguimos al noroeste la cumbre del Pico Polvoreda que ascendimos unas semanas antes dentro de la estación fría.
Detalle de la Peña Galicia norte. |
Con círculo rojo señalo el hito al que nos dirigimos.
No la digo nada.
Ella misma conoce mejor que nadie las montañas que se alzan en su pueblo.
También tiene suficiente experiencia como para afrontar con seguridad estos montes de modesta altura.
Vamos ganando metros y al noroeste van asomando distintos montes.
Peña Ubiña es la más inconfundible.
El resto de elevaciones puede tratarse alguna del Llamargones...pero no lo tengo seguro.
Nos cruzamos con los montañeros que retraté antes por la cresta.
-¡ Buen día!-
Zoom hacia el pico Polvoreda.
Curiosidades de la vida.
Horas más tarde me entero que mi amigo Eduardo se encuentra en estos mismos momentos en la cumbre que aquí retrato.
Son las seis de la tarde. Pronto caerá la noche.
Eduardo es lo suficientemente ágil para poder restar el desnivel hasta su pueblo de Villalfeide antes de que el sol se oculte.
Nuestra ruta es más modesta que la de nuestro amigo.
Pero a la par bien entretenida.
A media ladera llegando a la cresta oeste de Peña Galicia.
Cogemos esta franja herbosa que avanza en diagonal hacia el hito.
Enorme hito en la cresta de Peña Galicia |
A nuestros pies ha quedado el pueblo de Aviados.
Noelia posando en el hito |
Seguimos nuestro lento avance hacia la cota principal.
Esta vez el progreso por la aérea cresta hace el trayecto muy atractivo.
Con zoom retrato otras cumbres conocidas que se yerguen al este de nuestra posición.
En algunos tramos abandonamos temporalmente el avance por la cresta para proseguir por la vertiente norte del pico algo menos expuesta.
Sin ser la cota principal de la Peña este pico de la imagen es una de las destacadas elevaciones que se encuentran a lo largo de la cresta oeste por la que avanzamos.
Zoom hacia el Curavacas y Espigüete.
Cresta oeste de Peña Galicia |
Quedan pocos metros para llegar a la cima principal.
Quizás cinco minutos con marcha rápida...
Pero mi compañera me avisa de la hora tardía en la que nos encontramos.
Que hoy no tiene cuerpo para ir más deprisa.
Aquí decidimos que mientras ella va descendiendo poco a poco de la montaña, por mi parte, haga un rápido ataque a la cumbre de nuestra Peña.
Con vistas a las dos cumbres de la derecha que hoy pisaré en este paseo.
Son las de mayor elevación con sus 1666 metros.
Dos metros más altas que la cumbre norte.
Desde su cima retrato las aun blancas cumbres que se extienden hacia oriente.
Por su latitud y altitud conservan bastante más nieve.
Vistas hacia los Mampodre y Picos de Europa.
Vistas al norte con la Peña Valdorria y Pico Bucioso. |
Vistas al noroeste destacando las tres agujas de las Marías en el Alto Bernesga. |
Otra de las cumbres visitadas en este último invierno: El Pico de Prado Llano. |
Kike en la cumbre de Peña Galicia |
Tras el Pico Muelas se extiende el valle del Esla y las montañas que le aportan aguas.
En un rápido descenso conecto con mi compañera a medio camino antes de llegar al fondo de la vaguada.
De nuevo encaramos las huellas que nos conducen al tramo boscoso.
Bajamos la fuerte pendiente en un corto tramo que nos proyecta a la cabecera del valle.
Los últimos rayos de sol iluminan el crestón por el que anduvimos minutos antes.
La senda conecta con la pista y con el mismo trazado que realizamos para ascender.
No hay pérdida en estas conocidas montañas para nosotros.
Ahora por terreno cómodo y sin riesgo no nos importa que nos alcance la noche.
Estamos cerca de Aviados.
Las ruinas de la fortaleza del conde Suevo así lo atestiguan.
La majestuosa puerta natural que nos deposita en las calles de Aviados.
Es noche cerrada cuando vislumbramos las luces del pueblo de Campohermoso.
Tenemos el tiempo justo para llegar posteriormente a la Vecilla y ayudar a mis suegros a recoger el stand de la feria.
Esta luna menguante es del paseo de la semana anterior por el mismo lugar.
También se nos hizo de noche.
Es curioso la atención que muestras a los sonidos de los habitantes del bosque en cuanto la oscuridad se cierne en el monte.
Tarea pendiente me queda saber identificar a cada uno de los responsables de tales sonidos.
Muchas cosas por aprender y por descubrir...
Ilusión y ganas no nos faltan.
- ¡ Aprovechémoslas mientras nos acompañen !-
Aún no la conocemos y la pequeñina "Noe-Kike" ya empieza con sus marchas de montaña. Buen futuro la espera con estos dos entusiastas montañeros. Ya te veo Kike con la mochila apropiada para esos paseos familiares que se avecinan. Lo tenéis claro que si en el futuro tiene que acompañaros al campo, deberá ir cogiendo gusto incluso antes de su nacimiento.
ResponderEliminarUn abrazo para los "tres".
Javi
Muchas gracias Javi por tu visita y comentario.
EliminarEso esperamos...poder transmitir, al menos, parte de esa pasión que sienten sus padres. Después que elija ella lo que quiera.
La ilusión por mostrar toda la belleza que sabemos bien apreciar no nos la quita nadie.
Y ya sabemos también que una ilusión compartida...doble ilusión !!
Un abrazo:
Kike
Bonita ruta y excelente la entrada que de ella habéis hecho. Un saludo
ResponderEliminarMuchas gracias por tu visita y comentario Luís.
EliminarUn saludo desde León.
Una agradable experiencia la que has relatado por estas bonitas montañas tan próximas al pueblo de vuestra familia.
ResponderEliminarEs un placer leerla, comprobar como Noe le toma el pulso a sus queridas montañas y disfruta de ellas tanto o más que antes. Perfecto comienzo para quién está en camino y pronto os hará compañía en estos paseos.
Durante el recorrido habéis tenido un poco de todo, saliendo con la soleada tarde de agradable temperatura, pasendo entre los robledales aún sin hoja descubriendo algunos de sus pobladores, abriendo huella en los aún peremnes neveros, esforzándoos por ganarle la partida a la pedregosa y empinada ladera de peña Galicia, disfrutando de sus vistas en la cumbre, con todos esos nombres que a 'Ojolince y Sra.' siempre nos maravillan cuando leemos tus crónicas y, trazando uno tranquilo, sosegado y apacible regreso que concluye a la luz de la luna.
¡Eso es disfrutar de la naturaleza! ¡Maravilloso!
Qué sigáis así por mucho tiempo, Naturkike y Sra. y pronto la pequeña Naturkike y Sra. a vuestro lado.
Un abrazo de 'Ojolince y Sra.'
Gracias Ojo Lince y Sra.
EliminarDesde luego es un placer tener a la puerta de casa estas bellas montañas...pero más placer aun es poder compartir las rutas junto a amigos y familia.
Tanto Noelia como yo tenemos hoy muchísima ilusión por querer transmitir esa pasión que nos ha atrapado desde hace años al nuevo miembro de la familia.
Luego...que le guste o no...ya es otra suerte.
Un abrazo a los dos.
Naturkike y Sra.
Kike, se nos olvidaba decirte que le cambies el nombre científico al Herrerillo común. Recientemente le han incorporado a otro género y su nombre es: Cyanistes caeruleus.
ResponderEliminarMuchas gracias Juan Miguel por corregirme y ponerme al día en la actualidad de la nomenclatura de las distintas especies.
EliminarHoy mismo lo corrijo.
Un saludo.
Kike