Amigos durante la travesía de la cresta este del Susarón |
Integrantes: Rubén de Valladolid, Rubén de Ribera, Didi, Eduardo, Juan Carlos, Amaya, Juan Miguel, Tere ( Ojo Lince y Sra ) y Kike.
¿ Quien de los turistas a su paso por la carretera que une Boñar con Puebla de Lillo no se ha detenido en alguno de los distintos miradores del Pantano del Porma o Vegamián ?
¿ Qué os llamó más la atención de esas estupendas vistas ?
Una de ellas, tal vez, sea la de la profunda brecha de la Forqueta situada en mitad de la larga línea de cumbres calizas al oeste de Valdehuesa.
Y la otra...sin lugar a dudas, es la alpina silueta del Pico Susarón presidiendo la cabecera del embalse.
Aislada y bella montaña que contrasta con sus modelados montes vecinos.
Vista desde, por ejemplo, el mirador de Vegamián, se puede apreciar toda la pared sur de la montaña y la larga cresta este que hoy mismo recorreremos.
Afilada y aérea cresta. Hoy se ha convertido en una ruta clásica dentro de la montaña leonesa y el Pico Susarón es una de las orografías alpinas más visitadas de la provincia.
Ya me acerqué hace unos meses a su base para repetir ascensión.
Pero ese día, por las pésimas condiciones meteorológicas y de la nieve reciente, tuvimos que realizar otra ruta alternativa de ascensión, mucho más sencilla en lo que se refiere a reducir exposición frente a sus verticales paredes.
El camino más fácil viene siendo por la inclinada ladera oeste ( 1528 metros ) a la que se accede por cómoda pista y senda desde Puebla de Lillo. Aquí os dejo el enlace a esta ascensión recomendada para senderistas no habituados a moverse por agrestes riscos. - Ver ruta -
Para esta última visita al Susarón, siendo mi octava ascensión a este pico, nos juntamos unos cuantos amigos aprovechando un estupendo día primaveral.
El recorrido propuesto es exigente ya que no nos conformaremos con sólo un pico...
Pero veamos esta inolvidable ruta por el Alto Porma con mayor detalle.
Mapa de la ruta circular dibujada en línea de puntos roja |
Aparcamos nuestro vehículo al pie de la cresta este del Susarón ( 1100 metros).
Concretamente en la explanada de la carretera de acceso al pueblo abandonado de Camposolillo enfrente de una granja de vacas situada antes de las primeras casas en ruinas de dicho pueblo.
Para acceder a la cresta, enfilaremos la ladera sur herbosa salpicada de escobas y que, sin seguir senda, nos proyectaremos en breve tiempo al paso más cómodo hacia la divisoria, siendo este visible desde la misma granja donde aparcamos.
Una vez situados en la caliza y aérea cresta este avanzaremos por ella hacia el oeste.
Cortas y sencillas trepadas se van alternando en todo el recorrido de ascensión a la par que aumenta la bella panorámica con excelentes vistas a los Mampodre (este), Puebla de Lillo (norte) y embalse de Vegamián ( sur).
Más verticales son los cortados que caen hacia el sur que la inclinada ladera norte.
Aun y todo aconsejamos no distanciarse de la cresta hacia ninguna de estas vertientes.
La progresión es más sencilla avanzando por la misma divisoria.
La ruta engaña desde un principio ya que desde la base de la cresta por la que partimos es sólo visible una antecima modesta en altitud ( 1679 metros ).
La auténtica cima del Susarón ( 1878 metros ) es observable en el momento en el que nos alzamos en el alto de dicha antecima.
Desde esta primera elevación perderemos unos metros para seguir nuestro avance por la cresta.
Al poco vienen los metros más aéreos de la arista.
Aquí, las vertientes sur y norte se asemejan en cuanto a verticalidad.
Los agarres de la cresta y su gran adherencia hace que solventemos fácilmente estos delicados pasos.
Tras estas trepadas nos alzamos a otra antecima ( 1805 metros ) desde la cual debemos variar nuestra orientación siguiendo la cresta hacia el noroeste dado que siguiendo la línea oeste nos topamos con paredes.
De nuevo más fáciles trepadas hasta otra antecima ( 1833 metros ). Tras ella el resto de camino al vértice geodésico es menos expuesto.
Tras el descanso y la comida en la cumbre ( 1878 metros ) seguimos el cordal de este pico hacia el oeste bajando por la inclinada y ancha ladera conducidos por una zigzagueante senda hitada.
Alcanzamos el collado ( 1528 metros ) próximo a los dos cotas de Los Curriellos ( 1569 y 1572 metros ).
Atrás quedaron las afiladas arista y ahora es terreno de andar por el modelado cordal.
Tras superar estas dos cotas descenderemos al herboso collado de Barbadillo ( 1462 metros ).
A partir de aquí ganaremos de nuevo metros hacia el oeste por una ancha pista que abandonamos al poco de superar la cota donde se alza una caseta-torre de vigilancia ( 1556 metros ).
Pasamos otro imperceptible collado ( 1546 metros ).
Desde aquí ya es terreno ascendente por herbazales y manchas ralas de escobas hacia la cima del pico Aparejo Grande ( 1732 metros ).
Seguimos cordal hacia su homónimo pasando por otro collado ( 1659 m ) y alzándonos en la última cumbre de esta jornada: Pico Aparejo Pequeño ( 1701 m ).
A la vista tenemos el Collado Ferreras ( 1501 metros ) donde conectaremos con la pista que nos llevará de vuelta hacia Puebla de Lillo conocido por el PR-Hayedo de la Cervatina.
Más hacia el oeste queda para otra ocasión la redondeada cima del Pico Mahón ( 1824 metros ).
Tras reagruparnos en el Collado Ferreras seguimos las marcas del PR que nos conducen al hayedo situado en la falda norte de estas montañas.
Visitamos el recinto cercado donde se preserva unos centenarios Tejos y sus jóvenes retoños del menú diario de los ungulados.
Continuamos por el PR.
Sobre los 1350 metros el PR de la Cervatina se divide en dos pistas por las que ambas se puede llegar hasta Puebla de Lillo.
Nosotros, que no se diga, escogemos la ruta más larga.
Viramos por la pista de la izquierda en descenso hacia el Valle de Rebueno, Caserío Fombea y posteriormente la Ermita de Pegarvas.
Ascendemos unos metros vía PR hacia las Colladillas y posteriormente, con vistas a la paralela carretera que sube al Puerto san Isidro , seguimos fielmente por el camino de la Cervatina ( 1200 metros ) que marcha paralelo también al río Silván.
Un par de kilómetros después llegamos al barrio norte de Puebla de Lillo ( 1137 metros ).
En esta localidad nos encontramos con Noelia, Sergio, Elena, Iván...que hicieron hoy otra ruta con el grupo de senderismo ADAS.
Estos amigos nos acercaron con sus vehículos hasta la granja de Camposolillo donde teníamos aparcados los nuestros.
Así cerramos ruta y jornada.
Dificultad: Media con tiempo seco y soleado.
Distancia: 15 kilómetros y medio
Desnivel de ascenso acumulado: 1200 metros.
Tiempo empleado: Unas nueve horas.
Aparcamos enfrente de esta granja.
Desde la explanada vemos próxima la cresta este del Susarón a la que nos acercaremos para recorrerla íntegra.
Muy posiblemente no se expliquen qué se nos habrá perdido a nosotros por estos lares...
Saltamos la valla de la granja para acceder a una senda que marcha por el límite norte del recinto.
Narcissus triandrus |
Marcharemos por el límite norte de la valla que cierra el reciento de la granja.
Tras la cual giraremos a la derecha para subir por la ladera directos a la cresta.
Lepidium heterophyllum |
No hay senda que nos dirija a la arista.
Es motivo para dejarnos guiar por la intuición y elegir el acceso más corto y fácil para elevarnos sobre la misma.
Juan Carlos y Tere.
Abajo aun se distingue la granja desde la que partimos.
Erodium cicutarium ¿? |
Orchis mascula |
Buitres leonados -Gyps fulvus- |
Llegando a la arista este del Susarón. |
Tras asomarnos a la vertiente norte nos quedamos unos minutos viendo a los numerosos buitres que están a esta hora posados en los riscos cercanos.
Alguno de ellos remontan el vuelo a nuestro paso ya que el camino, inevitablemente, pasa por varios posaderos habituales.
El grueso del grupo ya se encuentra disfrutando de la piedra caliza y de las vistas que van ganando enteros en cuanto cojamos desnivel.
Ranunculus gramineus |
Desde esta posición vemos una primera y única cota hacia el oeste.
No nos engañemos.
Esa no es la cumbre principal.
Esta primera elevación tapa al resto que se encuentran en el mismo ángulo.
El Macizo del Mampodre se encuentra muy próximo al este de nuestra posición.
Bellas cumbres todas ellas.
A pesar de las exiguas condiciones de este terreno calizo podemos observar distintas especies de arbustos, herbáceas...y aislados árboles que han anclado firmemente sus raíces en las grietas de la arista para poder soportar erectos los fuertes vientos de las borrascas.
Hacia el sur ya se distingue la cabecera del embalse de Vegamian.
La Peña Armada ( 1466 metros ) destaca con sus verticales paredes bien sobresaliente en las aguas del pantano.
En este tramo afrontamos ascenso por zona mixta y por pendiente relativamente cómoda sin distanciarnos apenas de la divisoria.
Oruga de gitana atigrada -Atlantarctia tigrina- |
Ahora nos topamos con una inclinación vertical en la que tendremos que emplear las manos.
Rebeco -Rupricapra pirenaica parva- |
A los pocos segundos somos conscientes de que el hecho de que el animal no se alejara al momento por nuestra presencia fuera a causa de que se encuentra esperando a su cría, un poco más torpe debido a su pequeño tamaño y a los escasos días de edad que debe tener.
Rebeco con su cría |
- Nosotros a lo nuestro...a la cresta.-
Aquí el paisaje del que disfrutamos es extraordinario.
Nos llama la atención esta casa habitada del pueblo de Camposolillo a la que amplio con el zoom de la cámara.
El dueño, sin duda, ha calculado a la perfección la altura exacta que debía tener su construcción para salvarla del nivel de cota máxima de las aguas del embalse.
Nuestro amigo Didi durante la subida por la cresta. |
Primula veris |
Corydalis cava |
Las vistas hacia el norte también nos dejan perplejos.
La Peña San Justo, Pico Lago, La Rapaona, Peña Ausente...y el ancho valle donde se asienta Puebla de Lillo, Cofiñal, Redipollos...
Nuestra amiga Amaya es la primera vez que se anima con nosotros a la montaña.
Ha empezado fuerte animándose a esta primera Integral del Susarón...y lo que venga.
Este terreno aéreo la obliga a prestar toda su atención a cada paso.
Aquí decide guardar su cámara en la mochila.
Rubén de Ribera es otro de los amigos que ha cogido afición por la montaña en este último año.
Él ya es un incondicional.
Se apunta a todas las que vengan y a las que pueda.
Amaya saliendo tras una trepada por la canal estrecha.
Amaya llegando a la primera antecima que presenta esta montaña por el este.
Puebla de Lillo, Cofiñal y el Pico Lago |
Zoom hacia la Peña Ten |
Lagartija roquera -Podarcis mularis- |
Desde esta primera elevación se puede comprobar lo distante que aun se encuentra la cima principal del Susarón.
Primera parada para reponer fuerzas y afrontar la trepada final con el depósito lleno.
Perdemos unos metros de desnivel para seguir la cuerda de la cresta este.
Este primer tramo tras la elevación no tiene tanta pendiente y marchamos bien relajados.
Ojo Lince y Sra |
La arista gana en verticalidad y en atractivo.
Aquí, Juan Miguel, es raudo con su cámara y consigue una buena foto del acentor alpino que posa a corta distancia.
Por mi parte tardo unos segundos más y no llego a enfocarle debidamente.
Rubén y Amaya |
Posando en uno de los tramos más atractivos de la ruta por la cresta.
Esta no nos da opción y debemos superar un par de metros casi rozando la pared vertical que cae hacia el sur.
Los amigos que marchan en cabeza están alcanzando ya otra de las antecimas.
Tras esta elevación no es posible seguir en la misma línea este-oeste que nos marcaba la arista.
Tras la misma hay una gran caída vertical y el dibujo de la cresta hace una media luna hacia el noroeste.
Sobre nuestra vertical sorprendemos a otra familia de rebecos. |
Todavía nos encontramos algún nevero a nuestro paso.
La temperatura agradable de estos días hace que estos deshielen rápidamente.
Visto desde aquí parece que lo que nos resta tiene tela...
No hay problema.
Solo debemos acercarnos para ir localizando las presas.
Juan Miguel y Rubén en la vertical del nevero. |
Eduardo ya ve el vértice geodésico de la cumbre y se anima acelerando el paso hacia ella.
Juan Miguel, Tere y Rubén de Valladolid |
- ¡ No te muevas !-
- ¡ Allí tienes una foto chula !-
- ¡Así, así esta bien !-
Zoom hacia el Macizo Occidental de los Picos de Europa. |
Otra de las orografías que más frecuento son los montes de Riaño o del Alto Esla.
Vistas estas atractivas siluetas no cabe más explicación.
Tere con vistas al pantano de Vegamián.
Muy cerca vuela un vencejo real -Tachymarptis melba-. Este sale en la foto por la margen derecha de nuestra amiga.
Pocas parejas de esta especie se encuentran contabilizadas dentro de la provincia leonesa.
El mayor de los vencejos gusta de grandes cortados en las montañas para hacer sus nidos a diferencia del vencejo común, aviones, golondrinas... que los observamos dentro de los pueblos y ciudades de la meseta.
-Ya no queda nada- |
Últimos metros para la cumbre del Susarón donde se nos muestra varias posibilidades de itinerario.
Tere acercándose al vértice con vistas a la cresta por la que acabamos de subir.
Panorámica del embalse del Porma.
Mariquita -Coccinella sp.- |
Tras la retirada de las nieves observaremos a menudo muchas mariquitas que vienen a pasar el invierno entre las rocas de las cumbres.
Reunión en la cumbre.
Comemos todos juntos a la par que disfrutamos de vistas.
Mientras, se nos juntan otros montañeros que han ascendido por la normal de la loma oeste.
Vistas hacia los montes de San Isidro. |
Neophron percnopterus-Alimoche- |
Ahora toca descender por terreno, aun pendiente, pero sin la verticalidad que nos encontramos durante la subida.
Mis amigos pierden metros por la senda que zigzaguea cómodamente por la ladera.
Mientras, por mi parte, me acerco a la pared que cae hacia el sur.
Hay varias canales en esta vertiente que parecen inaccesibles...pero es por una de ellas por la que he descendido en anteriores visitas al Susarón.
Lo que sí se recomienda por estas variantes es tener mucho cuidado si se acude con un grupo de amigos montañeros en los que pueda caer piedras desprendidas por unos hacia los situados en la misma vertical.
Mis amigos 8círculo rojo ) ahora están alejados marchando por la senda hitada hacia el collado ( flecha ).
Desde el collado aviso de la situación próxima de una fuente ( estrella ) en la que poder recargar las cantimploras.
Didi y Rubén pierden esos metros para recargarlas.
La ruta por los cordales que se elevan hacia el oeste es larga y por ella no nos toparemos con más posibilidades de aporte de agua.
En el collado a 1528 metros. |
Peña Ausente ( 2041 metros ) |
Gentiana verna |
Collalba gris -Oenanthe oenanthe- |
Hierba de hígado -Hepatica nobilis- |
Atrás ya ha quedado la ladera oeste del Susarón por la que bajamos.
Ahora toca de nuevo ir elevándonos hacia los cercanos y modestas cotas de los Currillines ( 1572 metros )
Ya estamos arriba.
A nuestro grupo se han unido tres perros de distintas razas que acompañaban a los montañeros que nos encontramos en la cima del Susarón.
Uno de ellos, el más pequeño, vuelve con los que parecen sus amos.
Los otros dos completaran con nosotros el resto de la jornada.
El Pico Aparejos es nuestro siguiente objetivo.
Vistas del Susarón desde los Currillines |
A 1556 metros de altitud, camino del pico Aparejos Grande, nos topamos con esta cabaña de vigilancia.
Cerca de ella se termina una corta pista que empleamos para la progresión por esta loma arbustiva.
Bien visible y evidente el trayecto que debemos seguir para alcanzar la cota del pico Aparejos ( 1732 metros ).
Aquí, nuestra amiga Amaya ya nos dice que ha tenido suficiente por hoy.
Juan Carlos se presta para acompañarla de vuelta al pueblo.
Atajaran por el hayedo hasta la pista del PR la Cervatina.
Otras vistas hacia el sureste. |
Rubén de Valladolid en la ascensión del Pico Aparejos Grande. |
Aquí cada uno a su ritmo.
El mío me lo marca las numerosas paradas que hago intentando quedar con todos los detalles de la ruta plasmándolos en la cámara.
Llegando a la cima del Pico Aparejos Grande.
Otras reconocidas vistas hacia el oeste.
El Pico Bodón se distingue perfectamente sobre el resto.
Unos segundos de descanso antes de continuar la travesía.
Crocus carpetanus |
Lo que me acuerdo de la ascensión a este último pico que hice con Juan Carlos hace unos años es de las altas escobas que cubren la margen superior...
Pero en nada nos presentamos en su cumbre.
Vista atrás para retratar el cordal realizado.
Mis amigos ya no esperan a la foto grupal.
Ya está bien por hoy.
Es hora de regresar al valle.
Con zoom aproximo los picos de San Isidro del Pico Cuerna ( 2140 metros ) y Pico Redondo ( 2129 metros ).
Otro precioso cordal pétreo es el de la Peña Forcada ( 1721 metros ).
El Cueto Ancino y la Peña Valdorria son otros montes míticos de León.
Bajando del Pico Aparejos Pequeño al collado Ferreras ( 1501 metros ).
Por no hacer esperar mucho a los amigos, Juan Carlos y Amaya, que regresaron antes hacia el pueblo decidimos en el collado coger ya la pista de la Cervatina que nos conducirá de vuelta.
Collado Ferreras |
Uno de nuestros amigos cánidos aprovecha cualquier nevero que persiste en lo más sombrío de la pista para refrescarse y comer nieve.
La pista atraviesa unos prados situados en la norte del collado que nos dirige al bosque de la Cervatina.
Bajo el tejo milenario -Taxis baccata- |
Anémona de Bosque -Anemome nemorosa- |
Euphorbia hiberna |
De camino por el PR de la Cervatina tenemos el mayor susto de la jornada.
Un jinete bastante alocado anda buscando sus caballos y para unos segundos para preguntarnos.
A los pocos minutos le oímos acercarse de nuevo a todo trote agitando al máximo a tres o cuatro caballos ocupando todo el ancho del camino.
Tenemos el tiempo justo para salirnos del camino y echarnos a la ladera pendiente que viste el bosque. De no haberlo hecho, este irrespetuoso jinete, nos hubiese arroyado con su yeguada.
Gagea lutea |
Povón diurno -Inachis io- |
Llegando al valle de Rebueno. |
Celidonia menor -Ranunculus ficaria- |
Uña de caballo -Tussilago farfara- |
Aquí se unen los arroyos de Támbado y Rebueno.
Pasamos por este merendero a cuatro kilómetros de nuestro destino final.
Ermita de Pegarvas |
Alejada queda ya el cordal del pico Susaron.
Blanca verdinerviada -Pieris napi- |
La pista da un giro hacia el sureste marchando por la base del monte la Silva.
Polygonia c-album |
Petirrojo -Erithacus rubecula- |
Extensas praderas en el Alto Porma que preceden al lugar donde se asienta Puebla de Lillo.
Cerezo silvestre en flor. |
Cejialba -Callophrys rubi- en unas flores de Prímulas veris |
Llegamos a Puebla de Lillo.
Ellos han hecho otra ruta, también larga, pero con menor dificultad técnica al marchar íntegra por PRs.
Toca volver a casa.
Aquí se nos queda la bonita estampa del Susarón. Nos despedimos de ella en uno de los miradores presentes en la orilla del embalse.
Un gran día de momentos intensos e inolvidables.
Eso es lo que nos queda.
Momentos bien compartidos y disfrutados con buenos amigos.
- ¿Cuál es la próxima?-
Bien que te has recreado en esta crónica con las innumerables imágenes de todos los protagonistas del día durante el precioso cresteo de la arista este del Susarón.
ResponderEliminarParece que todos hubiéramos posado para ti, como si de un reportero gráfico se tratase y es que... 'Ojolince y Sra.' no sabemos cómo es posible que te dé tiempo a estar en tantas posiciones y captar tantas instanáneas desde uno y otro ángulos y, además, conseguir localizar y ennumerar picos y observaciones de naturaleza.
¡Genial, Quique! E insuperable... ¿o sí?
Es posible que nos equivoquemos y te superes con la siguiente que ¡seguro! ya estás confeccionando.
Por cierto. ¡Nos encanta la foto-postal de 'Ojolince y Sra.'! Muchas gracias.
Un abrazo.
Muchas gracias Juan Miguel por tu visita y comentario.
ResponderEliminarPues como ya sabréis por vuestra experiencia con vuestro blog de "Ojo Lince y Sra" las rutas primaverales son las que más trabajo de elaboración conlleva con toda la identificación de especies.
Y la que viene...la del Niajo-Pozalón que compartimos tiene "tela marinera".
Espero terminarla, al fin, en breve.
Hoy nos quedamos con esta ruta de la Integral del Susarón y Aparejos. Ruta que la tengo en gran estima por la diversidad paisajística y de especies. Aun y todo no retratamos, ni mucho menos, todo lo que se puede encontrar en esta montaña. Las sorpresas en cuanto a observación son continuas y múltiples en cada una de las visitas que podamos hacer a los montes.
Volveremos...pero quedan otras orografías, otras fechas y también otras actividades que resultarán muy estimulantes.
Un abrazo.
Kike