Mapa de la de la 3ª Etapa de la Transcantábrica
En la etapa de hoy se nos presentan dos alternativas. Por un lado realizar la descrita etapa Ciclomontañera del Libro Guía de Juanjo Alonso que atraviesa el importante enclave paso de calzada romana y de gran relevancia histórica: El Puerto de la Mesa. Este fue un camino de incursión militar impecable. “-Las legiones subían a las montañas con la maquinaria bélica, cerca de Torrestio y sin necesidad de bajar a valles profundos e inseguros, ni defender plazas importantes, dominaban un extenso territorio poblado de tribus locales que llegaba hasta la orilla del cantábrico”-.
Se encontraron vestigios de poblaciones que se remontan a la Edad de Bronce (2000 a.C), por ello, éste es un camino o ruta muy primitivo usado siglos mas tarde por los romanos para la difícil conquista de las tierras astures y posteriormente empleado también por Pelayo y sus tropas en la Reconquista de España a los árabes. Por último añadir que se trata de una importante ruta de Trashumancia.
La otra alternativa que teníamos era recorrernos todos los lagos de Somiedo. Yo ya los conocía de haberlos visitado en mis paseos de verano por estas montañas y en el invierno con esquís de travesía cuando el hielo y la nieve lo cubren todo de un blanco inmaculado.
–“Merece la pena visitarlos”- Le comento a Jorge que no los conoce.
–“Además a diferencia de Pirineos, repleto de lagos, estos de Somiedo son de los pocos lagos de origen glaciar que vamos a poder visitar durante la Transcantábrica. Y siempre existe la posibilidad de darse un baño...”.
Es mencionar la palabra“Baño” y Jorge se decide al instante.
Salimos del pueblo "Valle del Lago" en dirección al "Lago del Valle"... ¡Válgame la redundancia¡
¡Mira que hay una pista buena hasta el lago¡. Pero nosotros tenemos que buscar las sendas para las cabras...
Bellas flores en la senda hacia el lago como lo es este lirio.
Y si uno observa con mayor atención una de estas flores... podremos presenciar cosas interesantes como las de la foto:
Una araña blanca dispuesta a atacar a una chinchilla que la supera en tamaño.
Y llegamos a orillas del lago.
El Lago del Valle es el mas grande y espectacular. Nos queda un poco a desmano de los otros lagos. Pero ya que estamos aquí no debemos dejar pasar la oportunidad para visitarlo por lo que acordamos hacer un paseo de ida y vuelta de cerca de una hora según mis primeras estimaciones.(Al final resultaron ser dos horas debido a mi empeño en hacer la subida por un sendero del bosque poco habitual y que en verano se encuentra destrozado por el ganado). Dejamos las alforjas en el Hostal para recogerlas a la vuelta.
También debemos decir que nos entretuvimos en hacer unas cuantas fotos; flores, ranas, curiosos insectos y sobre todo diferentes retrospectivas del famoso lago...
En un momento dado se me ocurrió hacer unos “equilibrios” sobre mi bici pedaleando por encima del muro de contención del lago de medio metro de anchura... Quedaron muy chulas las fotos pero.... ¡no lo vuelvo a repetir¡.
Subimos a un alto donde hay una cabaña y un teito. Desde aquí tenemos una mejor perspectiva del valle.
La vuelta al hostal la hacemos en muy poco tiempo por la pista principal. Montamos las alforjas y al poco de empezar nos metemos en un camino que atraviesa la mejor masa forestal de la jornada. Rápidamente descendemos al profundo valle de Saliencia. Hay rampas muy empinadas, algunas de ellas hormigonadas por lo que voy frenando casi a tope. En cambio Jorge con mas confianza que yo, se lanza mas veloz hacia abajo y va parando cada poco para esperar y poder hacerme fotos como esta:
De nuevo con la carga sobre nuestras monturas cambiamos de valle al superar el Altu de Bobias para llegar al valle de Saliencia.
Debemos tener sumo cuidado... por la pista hay más tráfico:
-¡Mejor no tener un choque frontal con estas¡-
Nos recargamos a menudo de agua. La pérdida del líquido elemento a través de nuestro sudor es continua...
En Veigas cogemos la carretera que sube por los pueblos del valle; Villarin, Endriga...y Saliencia donde tenemos la suerte de coincidir en el momento que pasa por allí la “Furgo-panaderia”. Compramos una barra pan y bolsa de magdalenas que nos “ventilamos” en el bar del pueblo junto a un refresco.
Desde aquí subimos 7 km de puerto hasta el Alto de la Farrapona (1708m)
Desde el Alto enlazamos con el camino de ida y vuelta hacia el resto de los lagos de Somiedo; Lago La cueva, Cerveiriz y la Calabazosa donde Jorge aprovecha y se da un corto baño en sus limpias, verde-azuladas y frías aguas. Aunque debamos empujar algo la bicicleta sobre todo en la fuerte rampa del camino que separa al Lago de la Cueva del resto. Realmente merece la pena acercarse a visitar estos lagos que aunque no tengan la afluencia masiva de turistas como los de Covadonga, quizás debido a que en los de Somiedo exista la necesidad de salir del coche y andar un par de kilómetros para poder acercarse y disfrutarlos...
Acercándonos al primer lago: El llamado "La Cueva"
Creemos que se trata del águila culebrera: Circaetus Gallicus
Una dura rampa nos esperar para poder llegar hasta los lagos de Calabazosa y Cerveiriz. Enfrente observamos como salva el desnivel la pista con "eses" pronunciadas.
El lago de La Cueva. A la izquierda de la foto se puede observar la pista por la cual ascendimos.
Detalle de la ropa colgada de la esterilla: Esta mañana, antes de salir, hemos hecho la colada (a mano) y para que se pueda secar la tenemos que tener expuesta al sol durante gran parte de la jornada.
Pistas por las que rodamos y que tienen su origen en la antigua extracción minera que hubo en estos parajes.
Lago de Cerveiriz.
Digitalis Parviflora
Acercándonos al lago de La Calabazosa.
Desde las alturas le tomo esta foto a mi valiente amigo Jorge dándose un baño en el lago de Calabazosa.
Parte inferior izquierda.
De vuelta hacia el alto de la Farrapona.
Vuelta a la Farrapona y mientras descendemos por un camino a Torrestio, nos acompañan en todo momento las vistas de las imponentes moles rocosas del Peña Ubiña y el Fontan al éste. Por el norte en cambio vemos acercarse las primeras nubes de la anunciada borrasca que chocan con el cordal de las montañas del cantábrico impidiendo, por el momento, que pase el frente hacia la meseta.
Es impresionante.- “¡Parecen a los alisios en las Canarias”¡-. Hay un fuerte contraste. Las nubes van cubriendo y desplazándose sobre la loma de las montañas como si fueran olas gigantescas.
En Torrestio y después de un buen bocata en el bar del pueblo nos desviamos un kilómetro de nuestra ruta marcada hacia el valle de Valverde salvando unas primeras rampas-muro del mas del 22% de desnivel para llanear un rato después, y llegar hasta la cabaña de pastores en la que pasé un maravilloso fin de semana en este último invierno.
Esta vez encuentro cerrada la puerta con un candado de los nuevos. –“¡Que lástima¡ ¡Con lo bien que íbamos a estar aquí¡”. Vuelta al pueblo para buscar otras alternativas de pernocta. Tras hablar con el señor del bar nos pone al día sobre su alcalde y demás vecinos: -“El albergue del pueblo lo ha convertido en una casa rural” “El pórtico de la iglesia está bien para dormir pero lo cerró con candado una “beata” del pueblo tras encontrar en una ocasión un condón en su interior”. “Las escuelas del pueblo están abiertas y podríais dormir en ellas pero habría que pedir permiso al alcalde que es el dueño de las Casas Rurales y es donde quiere hacer negocio. Me extrañaría que os dejara entrar a menos de que le pilléis muy de buenas...”-
Con este panorama y tras hablarlo entre nosotros decidimos continuar hasta Torrebarrio para evitar conflictos.
La iglesia de Torrebarrio aunque no tiene pórtico, se encuentra en un alto, apartada del resto de las casas y con una fuente...
Al atardecer el cielo está despejado y las nubes que cubren las montañas mas al norte parece que no se mueven...-“¡Igual tenemos suerte y esta noche aguanta sin llover¡”-
Y si, si que acertamos... por lo menos hasta las tres y media de la madrugada cuando nos despertaron las primeras gotas de lluvia sobre nuestros rostros. Rápidamente lo recogimos todo, encendimos frontales y recorrimos un par de kilómetros hasta la parada del bus del pueblo de Candemuela donde volvimos a extender nuestras sacos y esterillas.
56,70km a una Velocidad media de 9,64 km/h y 6 horas sobre la bici.
Muy bonita esta etapa por los numerosos lagos que visitásteis.
ResponderEliminarLa anécdota final sobre cómo pasar la noche... No resulta fácil encontrar acomodo si no es con dinero por delante.
Pero la aventura es aventura y así fué cómo os arriesgásteis a pasar la noche con espectativas de lluvia. Anda!, Recoge a toda prisa y a buscar un resguardo aunque sea en la parada del bus.