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domingo, 14 de julio de 2013

Sierra de Cazorla y Segura en B.T.T




Foto: Vista de varios Jabalies durante una de las veladas nocturnas en la sierra de Cazorla.

Ruta realizada en el Otoño del año 2009

Integrante: Kike y su bici.

La Berrea de los ciervos y la Sierra de Cazorla, lugar donde Félix Rodríguez de la Fuente filmó unos cuantos capítulos de la serie documental “El Hombre y la Tierra”...
Me motivaba el conocerla desde hace tiempo y más aún cuando en uno de los últimos libros que adquirí hace poco se describía las rutas por los caminos para conocer tanto esta sierra como la del Segura, a lomos de una bici. Y siendo así: ¿Qué mejor época para conocerlo que el espectáculo otoñal del colorido de los bosques y de sonidos... como por ejemplo los bramidos de ciervos, gamos... o los golpes secos que producen las cabras monteses al chocar sus enormes cuernas en el periodo de celo de todos ellos?
Allí que iba yo muy ilusionado para poder contemplar y disfrutar del periodo más activo de la fauna salvaje e intentar sacarles fotos para recordar todos esos momentos y también el poder compartir las experiencias e imágines con los internautas que me quieran leer.
El viaje de acercamiento a Jaén lo hice en Tren. En el Viaje de ida debía realizar un trasbordo en Madrid. Y el tiempo de espera; Siete horas; de las que aproveché para recorrer y visitar la Capital de España. (Para la vuelta me lo monté mejor y solo tuve hora y media de espera entre Tren y Tren.)










De la visita a esta ciudad y otras tantas y demás pueblos que he hecho estos días comprobé de primera mano que en prácticamente todos, desde la ciudad mas grande hasta el pueblo más “chico”, se están levantando todas las calles. Haciendo obras muchas de ellas innecesarias y tan absurdas como por ejemplo las que se están acometiendo en la localidad donde vivo de San Andrés del Rabanedo.
Cambiando de tema: Una de las cosas que más me gusta y me sorprende de Madrid son los espectáculos callejeros que te encuentras en la zona centro y en el Parque del Retiro.
Mimos muy logrados y originales, teatro de marionetas, ballet, cómicos, etc.
Desde luego hay muchos y muy entretenidos.
También pasé por una feria al aire libre organizada por las más conocidas librerías de toda España sobre libros antiguos.
Visité los monumentos, plazas, calles y parques mas característicos. Me quedé un par de horas en el Parque del Retiro sentado en un banco donde aproveché a comer ( El tabulé que llevaba desde León) y a leer un libro. Este es uno de los pocos sitios dentro de Madrid donde puedes relajarte y desconectar de la frenética y extresante vida de la capital.
Era un domingo y mucha gente aprovechaba para dar un paseo en un inusual día otoñal; caluroso y soleado.
Me sorprendió ver a muchísimos ciclistas por todas las calles: Familias enteras moviéndose como mejor se puede en una ciudad con bastantes calles cerradas al tráfico por obras y en el resto otros tantos atascos de impacientes automovilistas.
Uno de ellos me chocó mucho el ver que no dejaba a su perro en casa por el echo de coger la bici. Un curioso y ligero carro sujeto a la parte trasera de su bici transportaba a su mascota.
Luego en el Tren hacia Linares en Jaén también me llamó la atención las jóvenes andaluzas: Simpáticas y muy guapas.
Una de ellas me estuvo hablando un buen rato sobre Cazorla:
“-¡Ten cuidado si duermes por allí con los Jabalís¡. Hay muchos.”-
“-En el pueblo de Cazorla se ha edificado mucho en estos últimos años y para mí ha perdido el encanto que tenía antes...”-
También me describió toda la ruta por carretera desde Linares a Cazorla.
-“Bueno. ¡A ver que tal se da¡”-

Campos de Olivos en el camino de Linares a Jaen.



Pueblo de Cazorla

1ªEtapa: Linares-Cazorla

El tren llegó a Linares cerca de las 11:30 de la noche. Así que puse luz trasera y frontal brazaletes y chaleco reflectantes para recorrer unos pocos kilómetros hasta un sitio tranquilo, lejos de la ciudad, donde poder pasar la noche.
Y lo encontré, ¡ como no ¡, en un campo de olivos. Extendí saco y esterilla debajo de uno de estos árboles y a dormir. Llevé el saco de invierno esperando encontrarme con noches frías en Octubre. Pero esta primera fue calurosa y tuve que dormir con el saco abierto, situación que aprovechó algún saltamontes para colarse dentro.
Y como es costumbre, la primera noche de Vivac, se duerme poco y a ratos.
Esperé al amanecer para levantarme y fue el ruido de un tractor y la charla de unos agricultores trabajando cerca de donde estaba yo “aposentado” lo que me obligó a recogerlo todo rápido y evitar así futuros encuentros sorpresa bajo las olivas.
Desayuno parte del Tabulé del día anterior.
Pocos kilómetros más adelante  compruebo que la pila de mi cuentakilómetros, después de año y medio de funcionamiento, me abandona agotada.
Sigo carretera adelante. Subiendo cuestas pues la vista solo abarca colinas cubiertas de campos de Olivos. Hasta el aire me huele a buen aceite...
En el pueblo de Imbrós, tras comprar pan, la señora panadera se ofrece para llenarme el botellín de agua adivinándome mis intenciones.
Y unos kilómetros después, en Baeza, aprovecho a comprar pila y unas llaves Allen para la bici.
No sé la distancia exacta que me separa de Cazorla (entre 70 y 80 km, tal vez). Y tampoco conozco ni tengo descripción del terreno unido al calor y viento en contra a la carretera más bien ascendente y a que las prisas por llegar a mi destino hicieran que no comiese ni regulara lo suficiente...
Quizás por ello llegué algo cansado al pueblo. Pero nada que no arreglara una buena siesta en el Hostal de la misma plaza del Ayuntamiento y antes de todo esto; una buena merienda en otra llamativa plaza del pueblo.
El intenso tráfico de esta localidad me agobia. Acabo de llegar y ya tengo ganas de salir y perderme por las pistas del Parque Natural.
Tenía razón la chica del tren... con tanta urbanización nueva, coches y gentes aceleradas por todos lados esto tiene poco encanto. Y creo que se equivoca el libro guía  al denominar  Cazorla como “apacible villa enjalbegada alegre y serrana”.
Al final me decido por darme un paseo y recorrerme andando el casco viejo y las calles que circundan al Castillo de la Yedra.



Me gusta mucho el mirador o balcón del pintor Zabaleta donde se ven unas magnificas vistas del pueblo y el castillo situado al pie de la Peña de los Halcones.
También la Plaza Vieja donde están las ruinas del convento de Santa María y una bonita fuente Renacentista (Año 1600 y pico) aunque la Plaza está muy animada de gente, la encuentro más tranquila e idónea para cenar en una de las terrazas de sus numerosos restaurantes.

Curiosos y llamativa balconada en una casa de Cazorla
Las calles son muy estrechas entre las blancas casas y a su vez están adornadas con tiestos y plantas por doquier. Al igual que pasa con la mayoría de los pueblos andaluces donde se aprovecha esta construcción para poder pasear por sus calles sombrías y frescas en el largo y caluroso verano.
Lo peor son los coches que al ir por las calles, lo abarcan enteras y los numerosos paseantes nos debemos refugiar para evitar atropellos en los huecos de los portales de las casas.


Ceno en una de las terrazas de un restaurante cercano. Hoy he hecho apetito y la cena desaparece en pocos minutos...Sigo con mi dieta vegetariana pero me parece bien que en estos sitios sirvan y preparen la comida con platos típicos de productos de la zona.
Cuando estoy terminando de cenar contemplo a un niño de unos 10 años ocupado en llenar una botella de agua, cerrarla y tirarla con todas sus fuerzas, repetidas veces, contra el tallado  de la Fuente Renacentista de la Plaza.
-“¡A ver si la reviento¡”- Dice en voz alta mientras sus padres le observan a pocos metros, impasibles.
Al poco rato se suma otro niño de mayor edad a este supuesto juego.
Y pienso yo: “¡Que pena me da todo esto¡. Ya no existe respeto ni se valora nada.”
Pero me asusta más la indiferencia de los padres mientras sus hijos destrozan la botella contra la fuente dejándola tirada después en mitad de la plaza. En fin...

Me marcho al Hostal no sin antes hacer unas cuantas fotos nocturnas del Castillo y de las Plazas del pueblo.
Después con la Señora que regenta el Hostal mantengo una interesante charla informándome de lo que ha cambiado este pueblo y alrededores en estos últimos años.
-“Este verano hemos pasado aquí muchísimo calor. ¡37ºC por las noches¡”. Así no hay quien duerma para el que no pueda disponer de aire acondicionado...
 Hace años, aunque también hacia calor en verano, llovía más y la Peña sobre la que se asienta el pueblo desprendía humedad haciendo más agradables las noches”-
-“¿Por qué todos los olivos que hay por aquí tienen una tubería unida al tronco?”- La pregunto.
-“Es que lo que antes nunca se regaba ni se trataba.  Ahora los que tienen dinero riegan los olivos para obtener mas rentabilidad. También se les echan muchos productos químicos a las olivas hasta su recogida por eso lo de todos esos tractores que has visto.”-
Ya en la habitación después de escribir los apuntes y anotaciones del día en mi libreta, me acuesto y voy reflexionando sobre lo aprendido en este día hasta que concilio el sueño.
Distancia total de la primera etapa Linares Cazorla : -¿70km? A unos 18 km/h de media-


Plano guía de la etapa Cazorla - Coto Ríos.
2ªEtapa: Cazorla-Coto de los Rios

Al día siguiente y habiendo comenzado la ruta me pierdo nada más salir de Cazorla, dirección al pueblo de Burunchel, intentando seguir el “Camino Viejo” . Los campos de Olivos y todos los cruces de caminos que terminan en casas aisladas o en huertas, parecen un auténtico laberinto y un quebradero de cabeza al seguir el escueto Croquis-Mapa de la Guía.
En la Guía solamente  dibuja la tercera parte de los cruces de caminos que me encuentro y volví a tener este mismo problema una vez subido el Puerto de Las Palomas y abandonando la carretera por una excelente pista, sumergiéndome en el extenso pinar de esta sierra. Fueron dos despistes o mala interpretación pero que me valieron para que en el resto del viaje, escarmentara y no perdiese más el rumbo.

Nada más meterme en el Parque Natural tengo un avistamiento de cuatro Muflones. Es la primera vez que observo estos animales en libertad y me produce una gran ilusión. Aunque están bastante lejos para poderles sacar unas fotos decentes. Pero se les distingue bien de sus parientes cercanos: las Cabras Montesas.
El camino discurre muy cerca de la cima durante varios kilómetros ofreciéndome unas espléndidas vistas del valle.
Unos Buitres Leonados pasan sobrevolando pocos metros por encima de mí. Impresionantes. Pero no les saco fotos ya que tengo unas cuantas de ellos de otras excursiones
Al que si la hago un par de retratos, es a la primera Cierva que observo pocos kilómetros después. Esta se me queda mirando unos segundos dándome una magnífica oportunidad para poder enfocarla y retratarla.
Al poco rato... otro ciervo.
Excelentes pistas en estos primeros kilómetros por la sierra.
Bajando ya hacia el valle veo un animal que me produce una gran emoción: -¡Un Águila Real¡-
Esta posada en lo alto de un pino a 150 metros de donde estoy. Remontando el vuelo en el instante que freno la bici, casi en seco, para sacar rápido la cámara.
- ¡Que bonita¡-
-Qué interesante y emocionante está siendo todo en estas primeras pedaladas por el Parque Natural. Creo que de seguir así voy a gozarlo a tope.
¡¡Esto promete¡¡-
En una curva cerrada por el bosque paro a sacar una foto del paisaje cuando me doy cuenta de que a escasos diez metros dos ciervas descansan semiocultas por la vegetación bajo unos altos brezos.
 ¡Y no se han dado cuenta de mi presencia¡.
Están lo suficientemente cerca para sacarles una buena foto pero se las ve poco entre los arbustos. Hago algo de ruido a posta para que me vean y salgan del ramaje...
Éstas echan a correr hacia la espesura del bosque sin cruzar el camino como me hubiese gustado... –Bueno...¡Ya habrá mas oportunidades¡
Aguila Real
El camino termina enlazando con la carretera que va por el fondo del valle, a Coto de los Ríos y muy cerca de la Torre del Vinagre, Centro de Interpretación del Parque Natural; con maqueta de la Sierra y unas cuantas especies cinegéticas disecadas. También hay cráneos de ciervos con las astas entrelazadas y que murieron de inanición al quedar unidos en los combates durante la berrea impidiéndoles alimentarse correctamente.
Y como voy bien de tiempo me salgo de la ruta prevista para recorrer la clásica de Cazorla: “La Senda del río Borosa”. Es donde más senderistas encuentro de todo el parque pero sin duda alguna merece la visita.
La pista remonta el curso del río entre pozas esmeraldas, pequeños saltos de agua e inverosímiles angosturas; Sinuosos pasadizos de paredes pulidas tapizadas de musgo. En el crece un endemismo: Las Grasillas de Cazorla, unas plantas carnívoras que se alimentan de insectos que quedan adheridos a sus hojas.
Rio Borosa
Kike cruzando un puente en la senda del río Borosa

A medida que me acerco al desfiladero la senda se estrecha.
Una Pasarela de madera recorre el estrecho desfiladero en la zona más angosta, estilo a la Yecla en Burgos o al Faedo de Ciñera en León.


Panel interpretativo con las especies de pájaros presentes en el parque


Después de este “extra” ,de dos horas, sigo con mi ruta hacia Coto de los Ríos, donde tengo previsto aprovisionarme de comida para la noche y el recorrido del día siguiente.
-Buscaré un sitio para vivaquear por los prados de la cabecera del Embalse del Tranco (Río Guadalquivir)- Un buen sitio para observar animales según el libro-guía-
Pasando el pueblo continuo por la pista entre el bosque y me encuentro con una cierva y su cervatillo pastando la verde hierba en la ribera del río.
–¡A sacar otra foto y adelante¡-
Se me fastidian los planes cuando leo un cartel antes de cruzar el Control de Aguamula.
“A la persona que se encuentre entre las 21:00 p.m y las 9:00 a.m dentro de los límites del Parque se le aplicará la correspondiente sanción”
-¡¡¿Pero cuando se ha visto un “toque de queda” de este intervalo en un Parque Natural?¡¡-
Es la primera vez que veo una cosa así. Me parece muy mal que limiten tanto el tiempo de estancia en el bosque.
En la montaña y siempre que se respete y cuide el paisaje, la fauna y la flora no se debería aplicar esta absurdas norma.
-Por hoy lo respetaré y volveré hacia el Camping del pueblo...-
Seguro que esto es idea de los hosteleros de los pueblos...
Ya en el Camping no terminó el día por darme otro par de sorpresas:
Primera: Escuché al atardecer el potente bramido de los Ciervos durante la berrea. Varios machos dispersos por los bosques cercanos nos ofrecieron el gran espectáculo sonoro.
Segunda: Poco antes de anochecer veo un pequeño jabalí acercarse a la valla-límite del Camping por el exterior. Al principio me pareció un perro pero cuando me acerqué unos metros... no cabía duda.
Éste se asustó y se escondió de nuevo en el bosque en cuanto me vio acercarme con la cámara de fotos.
Ya de noche, vi a un chico joven recorrer con una linterna y su bici los límites del camping por dentro.
-“¡Mirad, mirad, ahí está otra vez¡”- Les dice a un grupo de gente que le acompaña.
Yo me acerco a curiosear y cual sería mi sorpresa cuando veo a un enorme jabalí comiendo unos restos de comida echados por los campistas.
Cojea bastante. Observo que le falta la pezuña de una pata delantera quizás debido a un lazo trampa o a una herida de caza o también a una de las frecuentes peleas territoriales con sus congéneres.
Estamos todos al lado de la valla viéndole comer cuando aparecen y se acercan  otros tres jabalís algo más pequeños. Bastó un ronco gruñido del mayor para que los nuevos visitantes retrocedieran y volvieran a perderse entre la vegetación.
-“¡Vaya espectáculo¡”-
-“¿Es que todavía no has visto los gamos?”- Me pregunta el de la linterna.
-“Mira,  son esos ojos que se ven unos 30 metros más atrás”- Me los indica señalándolos con el foco de luz de su linterna.
-“¡Esto es una pasada¡. Me encanta. Esta excursión esta resultando muy agradable y emocionante.

-Distancia de la etapa Cazorla-Coto de los Ríos: 74,02 km en casi 7 horas de pedaleo-


Plano guía de Coto de los Ríos-Hornos del Segura.

3ªEtapa: Coto de los Ríos-Hornos del Segura


Como hasta las 9:00 de la mañana no se puede estar andando por el Parque tampoco madrugo mucho. Cosa que hubiese hecho para poder ver más animales salvajes ya que es al atardecer y a primera hora de la mañana cuando hay más movimiento. Descansando muchos de ellos a las horas centrales del día escondidos en las zonas mas umbrías del bosque.
Cuando voy a pagar la noche al Dueño del Camping, éste me quiere cobrar la tienda de Campaña.
-“Pero si he dormido al raso esta noche y no traigo tienda. Además en el panel informativo de la entrada pone que son 4 Euros Persona + 4 Euros de Suplemento Tienda + Tanto de Suplemento Coche, etc.”
Éste pone cara de palo y me dice:
-“ Te tengo que cobrar como si llevases tienda”
-“ Pues es la primera vez que me pasa esto...He viajado mucho y he estado en numerosos camping por España y en ninguno de los que he acampado al raso me han cobrado por algo que no llevo ni he usado”-
-“¡Tengo que cobrártelo¡”-
-“Bueno, vale.”
Se lo pago y cuando salgo del camping con la bici, me acerco al Panel Informativo de la Entrada con la lista de precios. Saco mi bolígrafo y tacho el precio de 4 Euros por persona, escribiendo a continuación el de 8 Euros.
-“ Así, los turistas que se acerquen, no tendrán mal entendidos.”-
Y continuo mi camino muy tranquilo por haber corregido el error.
La ruta continua por la margen derecha del río que a los pocos kilómetros detiene sus aguas en el embalse del Tranco.
Tenía también la posibilidad de ir por la margen izquierda y la carretera, pasando por unos Parques Cinegéticos donde están los animales salvajes encerrados tras una valla, para que el turista “disfrute” al verlos sin esfuerzo alguno y sin dar vueltas.
A mí no me gustan nada estos sitios por lo que ni me acerco. De no ver animales salvajes en plena libertad prefiero no verlos. Me produce tristeza  ver estos preciosos animales privados de libertad. Quizás por este motivo nunca he pisado un Zoo ni tenga intención futura de visitarlo.


Los primeros animales que veo en este día son ardillas. Después, no dejaría de verlas por todos los sitios y todos los días que anduve por estos montes. Aún así no me canso de verlas y siempre paro mi bici para poder contemplarlas mientras saltan de árbol en árbol y trepan con soltura por sus troncos.
El primer ciervo que se me cruza tampoco tarda en aparecer. Es otra hembra. Los machos que sigo oyéndoles berrear durante gran parte de la mañana no hacen acto de presencia. –“¡Lástima¡”-
El camino continua por una excelente pista forestal. Discurre por un extenso bosque. Aparte del Pino Larício, omnipresente, aparecen otros árboles como la Encina, Quejigos, Lentiscos, Jaras, Madroños, Agracejos y Tomillos. También por la ribera del río, en la cabecera del embalse, hay numerosos Chopos y Fresnos mostrando ya el color dorado de su esplendor otoñal.
El desnivel de la ruta de hoy es escaso. Prácticamente llano con alguna rampa al principio y la subida de los últimos kilómetros al pueblo de Hornos.
Al final de una de estas rampas iniciales hay un buen mirador sobre el valle.

Setas sobre un tronco caido.
Ardilla
En mitad del largo embalse de casi 40 kilómetros de largo existe una gran “Isla” Boscosa que es el paraíso de los Ciervos. Se les oye berrear por doquier. En esta zona aislada, apartada del paso de posibles senderistas, cazadores y a la que no pueden acceder, están los animales a sus anchas únicamente preocupados por derrotar al “Macho Alfa” y hacerse cargo del harén: Lucha que hace que los mejores genes de aquellos animales más fuertes y mejor preparados pasen a las generaciones futuras.
Veo las Ruinas del Castillo de Bujaraiza en uno de los laterales de la Isla. Solamente una de sus Torres se consigue mantener aún en pie.
En uno de los momentos, pedaleando relajado por la pista forestal, observo a través de los huecos entre árboles que me separan de la franja sin vegetación en la orilla del embalse, a lo que me parece, en un principio, una ardilla grande correr por el suelo a gran velocidad y en mi  dirección...
-.....¡Ala, si es un zorro¡-
No paro la bici a sacarle foto por que el hecho de que este ya huyendo pienso en que le voy a perder de vista enseguida.
Me equivoqué. Pocos metros más adelante me lo vuelvo a encontrar y esta vez cruzando el camino corriendo ladera arriba por el bosque.
–"Precioso pero... me he quedado sin su foto".-
El susto de la jornada me lo doy pocos minutos después, cuando paso pedaleando cerca de unos matorrales donde se oyen gruñidos y se observa mucho movimiento en la maleza.
No miro atrás y sigo pedaleando unos metros con algo más de ímpetu.
-Esos graves gruñidos parecen una advertencia...y creo que es un gran jabalí-
Unos segundos después parece que llega la calma. Y esta vez si que descabalgo para regresar en silencio, andando y con la cámara en mano, al lugar de los hechos.
Subo ladera arriba y ando por encima de unos troncos caídos por si existe la posibilidad de un posible encuentro agresivo por parte del animal y que me de opción de escapar mejor por este tipo de terreno frente a las patas más cortas del Jabalí.
Pero ya no le veo... y se escapa con esta una buena oportunidad de retratar a este animal a plena luz del día, siendo los Jabalís, por lo general, de hábitos nocturnos.
Continuo mi camino. Voy pensando que me parece muy raro el no cruzarme con ningún coche todoterreno, ni senderistas... De hecho no vi a nadie hasta practicamente llegar al pueblo de Hornos.
¿Soledad?.
-Con toda esta vida que fluye alrededor mío no tengo ni la más mínima sensación de soledad-
Veo unas setas muy curiosas en un tronco y me paro a sacarles un Macro.
-Una de ellas es un Pleorotus Ostreatus, el resto... no sé.-
Luego se me cruzan en el camino una cierva con dos cervatillos pequeños. Todos echan a correr al verme. Intento sacarles unas buenas fotos... pero me faltó tiempo.
Y llego al punto más conflictivo de la ruta: La pista se pierde por completo en una maraña de vegetación.
No veo continuidad por ningún lado.
El libro-guía ya me avisa de este tramo: “-Son unos 600 metros no aptos para el pedaleo”-
-La tarea consiste en poder encontrar una zona “apta” para pasar andando y con la bici a cuestas-
Pienso en la posibilidad de bajar a la zona sin vegetación de la ribera del pantano pero alcanzo a ver un pequeño barranco poco más adelante y creo que será más difícil el atravesarlo si desciendo ya que el barranco se hace más profundo.
-¡ Hacia lo salvaje bosque a través ¡-
Unos árboles caídos me obligan a tener que desmontar las alforjas para poder pasar la bici.
Es aquí donde pierdo uno de los pulpos que me sujeta una alforja. Me di cuenta de mi olvido, horas después, al llegar al pueblo.
Los últimos metros del sendero “No apto para el pedaleo” es lo que más me cuesta. Es una fuerte pendiente resbaladiza a media ladera. Debo ir avanzando con mucho cuidado y muy despacio para no caerme.
Son los únicos metros no ciclables de toda la ruta... pero...¡Vaya metros¡
Por fin salgo a la pista que continua unos kilómetros hasta enlazar con la carretera que sube a Hornos del Segura. Precioso pueblo, con aires medievales que está situado sobre una plataforma rocosa, en uno de cuyos lados sobresale la Torre del homenaje de su castillo árabe y en el otro la torre de la Iglesia de la Asunción de bonita portada plateresca. Por todo el pueblo hay unos magníficos miradores que ofrecen una panorámica de la sierra y del embalse.
Aquí me quedo, en uno de los Hostales del pueblo. Último alojamiento-pensión y restaurante que iba a disponer en los tres próximos días.

Distancia Coto de los Ríos- Hornos del Segura : 48,68 kilómetros de ruta.

Ruta del plano guía Hornos del Segura-Pontón Alto.
En esta etapa supero el punto final de la ruta marcada en el Pontón Alto para continuar hasta la Rambla Seca y poder dormir en alguna de las cabañas abandonas.

4ªEtapa: Hornos del Segura-Ref.Rambla Seca

En la noche anterior había estado planeando la ruta de hoy. Recorriendo la Sierra del Segura disponía de mas libertad que en la de Cazorla por lo que haría noche en el mejor sitio que viese en el recorrido. El toque de queda de las 12 horas no era aplicable a esta sierra. De momento...
También tenía pensado en hacer un “extra”; Intentaría completar entera la ruta de hoy y hacer la mitad de la que me tocaba mañana. Por lo que al día siguiente dispondría de tiempo para que “fuera de ruta” eligiera una de las dos añadidos extra al recorrido. El primero de ellos consistía en subir andando el Cerro Empanadas de 2100 metros y máxima altura del Parque. Y la segunda opción era bajar con la bici a visitar la laguna de Valdeazores.
-Ya veremos...-
Me aprovisiono bien de comida en el pueblo de Hornos antes de salir de él. Ya tenía claro de que en los dos próximos días no podría comprar comestibles en ningún sitio.
Comienzo a subir el puerto por la carretera. Al poco ya veo unas ardillas corretear por el asfalto cruzando de lado a lado. El bosque de pinos me acompaña y me da sombra casi en todo momento. Las montañas de alrededor, también preciosas, algunas de ellas escarpadas y agrestes dan a la idea de que Muflones y Cabras Montesas de la sierra puedan estar aquí a sus anchas.

También veo alguna fuente con pilón muy curiosa: Toda realizada en madera. El pilón es un tronco alargado y el caño una rama curva.
-¡Que chulo¡-
Me está gustando mucho el paisaje y la subida. El pinar no es el típico reforestado con los pinos puestos en filas, dando un aspecto monótono, sino que crecen  sin orden alguno alternando a su vez con ejemplares de quejigos, encinas y arces silvestres.
Tras andar unos kilómetros veo que las referencias del mapa-croquis no se corresponden con lo que veo...
-Creo que me he equivocado-
Pregunto a unos trabajadores forestales que confirman mi error. Me comentan que siguiendo por aquí llegaré a enlazar con la carretera de mi ruta.
-Ok, y Muchas Gracias-
El puerto salva unos 600 metros de desnivel en unos 20 Kilómetros. Por lo que no tiene rampas fuertes.
-Creo recordad que éste se subió en la última edición de la “Vuelta a España”-
Poco antes de llegar al alto del puerto veo una indicación de una Venta donde se ofrecen alimentos ecológicos y otros productos típicos de la provincia de Jaén.
No me lo pienso dos veces y me desvió hasta llegar a una casa aislada que a primera vista parece una granja muy bien cuidada. Compro chocolate, patés vegetales, crema de garbanzos (riquísima) y un buen queso de cabra.
-¡Que bien me va a venir todo esto en estos próximos días¡-
Justo cuando salgo y enlazo otra vez con la carretera del puerto me topo con otro cicloturista consultando un mapa.
Enseguida entablamos conversación y al poco llega su compañero de ruta que se une a la charla.
Son Canarios y están haciendo la TransAl-Andalus. Dicen que posiblemente nos les dé tiempo a acabarla, pues hay días que los complementan con rutas a pie por las montañas y cuando van por la costa disfrutan de playa y piragua.
-¡Un magnífico plan¡-
Enseguida empezamos a enumerar las Rutas de cicloturismo hechas por cada uno.
Ellos me cuentan que hicieron la Transpirenaica: uno de ellos con un grupo organizando rutas y alojamientos  y el otro lo hizo mas libre por su cuenta.
También me dicen que sus salidas por las Canarías es todo montaña y están acostumbrados y hechos a las cuestas.
Me preguntan de donde soy y yo les digo que vivo en León.
-Vaya... Eso está muy llano- Me dicen con cierta pena.
-¡¡¡¿Llano?¡¡¡- ¡¡¡Pero si  la mitad de la provincia es MONTAÑA¡¡¡- Les replico enojado.
  • La Sierra de la Cabrera al Suroeste, las montañas del Bierzo al Oeste, los Ancares, Somiedo y Macizo del Ubiña al Noroeste, los Argüellos y Montes de Luna al Norte y Alto Porma, montañas de Riaño y Picos de Europa al Noreste....-
  • ¿Los Picos de Europa también son de León?- Preguntan sorprendidos
  • De los picos más emblemáticos; El Peña Santa es íntegro Leonés y Torrecerredo y Llambrion son mitad León, mitad Asturias.
Y eso que uno de ellos había subido el Torrecerredo...¡Ahí que ver¡
Después de este repaso de Geografía y media hora de charla me voy por donde ellos vinieron y ellos se fueron por donde yo subí, no sin antes informarme sobre las Cabañas-Refugio en la Rambla Seca donde pretendo pasar la próxima noche.
Gatita


Prosigo hasta el pueblo de Pontones y de aquí tomo el desvío para acercarme al Nacimiento del Río Segura.
El tramo de unos 4 km hasta el nacedero está recubierto de una “dorada”alameda y me encanta recorrerlo en este día soleado. Los álamos amarillos, el verde de los prados y el azul del cielo crea un gran contraste, por lo que me pongo a sacar fotos por doquier.

Y ya; el manadero del nacimiento del Río; es una preciosidad: Una laguna parecida al Pozo Azul de Burgos y recubierta en parte por las hojas de los álamos. De ella sale una pequeña cascada.
- ¡¡¡Qué bonito¡¡¡-


Bajo al merendero, cerca del Nacimiento, a seguir sacando fotos: Una ardilla juega y corretea por el borde de la laguna y un turista se acerca interesado en entablar conversación cuando ve mi bicicleta y alforjas.
  • Es una manera de viajar muy satisfactoria esto del cicloturismo- Le comento.
  • Si... La verdad que en estos tiempos de crisis es lo mejor...
  • Lo mejor es para todos los “tiempos”, crisis o no crisis-
  • ¡ Oye¡ Después de las fotos pásate por el Chiringuito que te invito a una refresco.-
Se lo agradezco pero ya ando bastante pillado de tiempo hoy con lo que me entretuve charlando con los Canarios. Por lo que continuo mi camino siguiendo el GR-144 en dirección al pueblo de Don Domingo; localidad donde me comeré el bocata de crema de Garbanzos. ¡Rico, rico¡.
Panel interpretativo en el nacimiento del segura

Alameda con los colores otoñales
-Parece que no voy a tener pérdida...-
Allí, sentado al lado de la fuente del pueblo, comiendo y a la vez descansando, se acerca a charlar un señor mayor, dejando a un lado su trabajo de cestería.
Me entero de muchas cosas: La primera, que tengo a la vista “Peña Sacra”, la montaña más alta de la zona y que aunque no pertenezca a la Sierra del Segura ni a la de Cazorla destaca mucho, solitaria, tras el cordal de la Sierra. Segunda; Que las Cabras Montesas no andan muy lejos y la última que el camino a la Rambla seca está indicado con las pinturas del GR.
-Bien-
Croquis desde el pueblo de Pontones hasta el Puente de las Herrerias

-¡Qué tranquilidad se respira en estos aislados pueblos de la sierra del Segura¡-




Tras salir del pueblo es cuando observo los Cedros y algún Pinsapo que bordean al camino. También me choca ver muchos Pinos Laricios enormes...
Uno de ellos destaca muchísimo y me acerco a observarlo con detalle.
Según el mapa de la Casa de Turismo de Cazorla está catalogado como el Pino Laricio más longevo de España: 40 metros de altura y cinco personas para abarcar su tronco de 1300 años de edad... ¡Impresionante¡
En la margen derecha de la foto: el Pino Laricio "Galapan"
Alcanzo un collado y dejo atrás los últimos árboles para adentrarme en un altiplanicie pétrea sobre los 1500 metros, sin más referencias que los cortados de la cordillera de Las Banderillas.
Me acerco a la primera cabaña-refugio que veo y no me convence...
Prosigo y al poco rato tengo un pinchazo en la rueda delantera. Observo... y ¡Menuda pincha que tenía clavada¡. La quito y en pocos segundos, la cámara, se vacía de aire.
-Bueno, ¡uno y no más¡
- No vayamos a saltarnos la medía de un pinchazo por viaje de estos últimos años...-
Creo, que en este aspecto, siempre he tenido bastante suerte.
Continuo la ruta.
La verdad es que tengo la sensación de estar pedaleando por el techo del mundo en este paraje tan desolado y solitario.
Alcanzo otra cabaña que tampoco me convence. Ventanas rotas, suelo sucio...
Voy a por la tercera y última, ya bajando, y cerca de donde comienza, otra vez, la vegetación y arbolado.
-¡Esta sí que me gusta¡-
-¡Que a gusto que voy a estar¡-

Mi refugio en la Rambla Seca
Ceno tranquilamente, consulto mapas para ruta de mañana, leo uno de los dos libros que transporto, arreglo pinchazo de la cámara de repuesto y escribo el esquema y apuntes del día.

-73 kilómetros a una media de 12,46 Km/h. Hora de salida de Hornos: 10:00 a.m.
Hora de llegada Refugio 19:30 p.m-


5ªEtapa: Ref.Rambla Seca-Nacimiento Guadalquivir

Tuve que salir al exterior del Refugio un par de veces durante la noche cerrada. Una de ellas por una urgencia mayor...
Se oía el canto del buho y otro animal que me tuvo “mosqueado” la primera parte de la noche. Escuchaba ruidos de pisadas de un animal grande tras la puerta. Pero cuando quité el pestillo, la abría e iluminaba con mi frontal al exterior... allí no se veía nada.
Se quedó todo en un misterio sin resolver.
Contemplé y disfruté, como no, del espectacular cielo nocturno...
-Un día tengo que traer a un sitio como este, un mapa o croquis de las diferentes constelaciones. ¡Puede ser muy interesante¡-
El amanecer me sorprendió con una fría niebla cubriéndolo todo.
-¡A ver si mientras desayuno se despeja ¡-



Y efectivamente, como si las nubes me hubiesen entendido, se disiparon todas en poco mas de media hora. -¡Genial¡-
También disponía de una fuente cercana por lo que no se podía pedir más a este Refugio.
El camino hacia el pico más alto de la sierra: “Empanadas” de 2107 metros salía cerca de aquí. Sí que tengo una primera intención de dejar la bici y subir andando hasta la cima. Intención que se me quita cuando veo aparecer unos cuantos Todo-terrenos, repletos de turistas.
-Mucha gente como para dejar aquí sola la bicicleta...-

Lugar conocido como "La Barrera" situado al final de la Rambla Seca.
Sigo adelante. En una curva, se encuentra señalizado el Árbol de Félix R. De la Fuente. Otro Pino Larício, de grandes proporciones pero algo menor que el conocido por el nombre de “Galapan” que vi ayer.








Así que me decanto por bajar a la Laguna de Valdeazores, mi segunda opción y fuera de ruta.
De momento sigo el camino de la Guía llamada: Ruta de Félix Rodríguez de la Fuente.
Nada mas comenzar a dar pedales cruzo el Control de la Rambla Seca donde se me indica en un cartel de que a partir de aquí, está vigente “el toque de queda”.
-Eso ya veremos...-Me digo
Prosigo por el camino que va descendiendo poco a poco. El paisaje por el que se cruza es una dehesa de pinos y verdes prados salpicados de matorrales. Lugar donde se observa a algún excursionista madrugador en busca de setas.
Pocos kilómetros más adelante tengo uno de los encuentros que más me emociona.
El primer Gamo Macho que veo, con su característica cornamenta, presentándose en mitad del camino por donde discurro y a unos 40 metros por delante de mí.
-Precioso, que bonito...y ¡vaya planta que tiene¡-
Aunque está un poco lejos para sacarle fotos decentes, durante los 15-20 segundos que le tengo en el punto de mira, consigo tirarle una “ráfaga” de las mías, con la cámara.
-¡En alguna saldrá bien¡-
Llego al desvío que baja hacia la laguna. Me meto por el camino y pocos metros mas adelante desmonto alforjas para esconderlas por los arbustos y con ello poder bajar y subir más ligero por la pedregosa pista.
Dejo una nota encima de las cosas que escondo haciendo saber que no están abandonadas y que por favor las respeten en caso de encontrarlas.
-Así, si por casualidad alguien las ve y se las lleva, le acarreará mas “culpa” dejando esta nota.-(Vamos, creo yo).
Bajo los 300 metros de desnivel sin necesidad de dar pedales, frenando y muy despacio debido al mal estado del firme.
Cuando me quiero dar cuenta, empiezo a ver agua remansada tras el arbolado y alguna que otra focha común por la superficie.
Donde desagua la Laguna de Valdeazores, coincido con varios Todo-Terrenos donde llevan los Guías del Parque a los Turistas que lo quieren ver todo, deprisa, corriendo y tras la ventanilla del coche. Perdiéndose con ello más de la mitad del encanto que todo esto tiene.
Los animales oyen los motores de los coches a distancia, por lo que se esconden raudos de su ángulo de visión.
Son un grupo de 15-20 personas que abandonan el lugar tras breves minutos. Dejándome este maravilloso “paisaje de postal” para mí solo.
Me quedé un cuarto de hora subido a una peña en la que se divisa la mayor parte del contorno de esta laguna.
En la orilla crecen servales, arces y álamos, todos dorados en ésta época.
Las dos o tres parejas de fochas siguen explorando, nadando de un sitio a otro en busca de alimento.
Y de vez en cuando alguna trucha enorme salta por encima de la superficie provocando un gran chapoteo y ondulaciones en sus aguas tranquilas...al principio creí que se trataba de nutrias.
Me da pereza el marcharme de este bonito lugar. Pero debo continuar. Quizás descubra mas adelante otros mejores...
-“Quizás” no... ¡Seguro¡-
Vuelta al camino principal y allí me topo con un grupo de 5 o 6 ciclistas alemanes que se interesan por mis intenciones.
Sonríen y se muestran conmigo muy agradables.
Árboles dorados en las proximidades de la laguna de Valdeazores.
Vistas de las montañas del entorno.
La pista que baja hacia la Nava de San Pedro me encanta y disfruto muchísimo.
Barrancos, desfiladeros, crestones, agujas de roca... y miradores sobre el valle en los que se ve, hasta donde alcanza la vista, el inmenso bosque de pinos.
Durante el recorrido paro a leer los diferentes paneles donde se explica el proyecto de reintroducción del Quebrantahuesos en esta zona. Animal extinguido aquí desde hace más de 30 años y del que se desea que vuelva a sobrevolar, majestuoso, por estas montañas.
También está extinguido el corzo y del que se está intentando que vuelva a estos bosques. Situación complicada para ellos, ya que los numerosos ciervos y gamos son dominantes y no soportan convivir con el más pequeño de los cérvidos españoles.
Después de la Nava de San Pedro me toca subir otro pequeño puerto por una excelente pista forestal. Es aquí, en la bajada hacia la otra vertiente, donde me cruzo con otro solitario cicloturista; Parece extranjero, va cargado hasta “las cejas” y está en pleno esfuerzo de subida. Únicamente intercambiamos un simple saludo. Me hubiese gustado entablar conversación... pero no deseo interrumpir su ritmo .
Uno de los carteles me indica el desvío hacia Puente de las Herrerías; mi próximo objetivo.
Me meto por este camino sin pensarlo dos veces....
Al de 2 o 3 kilómetros la pista se pierde por el bosque, desapareciendo por completo la opción de bajar con la bici por éste lugar.
-¡A ver si va a ser algún bromista el que ha cambiado la indicación¡-
Vuelta atrás y a subir por el mismo camino.
Llego a una carretera estrecha y tranquila tras pedalear todo el día por pistas forestales.
Aprovecho a comer un poco en un apartado merendero cerca del campamento de Linarejos y prosigo hasta el que creía que se trataba de un pueblo: Puente de las Herrerías.
En este sitio solamente se encuentra un Camping y el puente medieval de un solo arco sobre el joven río Guadalquivir.
Yo  paso hoy de Campings por lo que subiré por la pista que va al Nacedero del Guadalquivir, observando y buscando un buen sitio para pasar la noche.
Llego a la cabaña forestal que se dibuja en el croquis... pero se encuentra cerrada.
Prosigo la ascensión y veo alguna posibilidad de Vivac, entre el bosque, pero me queda aún hora y media de luz, así que continuo para arriba.
Y me cruzo con turistas, unos suben y otros bajan, unos andando y otros, la mayoría, en coche.

Cróquis de la última parte de la circular a la sierra de Cazorla y que va desde el Puente de las Herrerías hasta el pueblo de Cazorla.

Pasando por el tunel de los ciervos.

Tras un rato pedaleando desde el tunel de los ciervos  llego al nacimiento de uno de los ríos mas importantes de la Península. Este es bastante menos espectacular que el del Segura. Una pequeña y sombría charca entre las rocas es el nacedero oficial.
Para sitio bonito el que encuentro pocos metros mas arriba, en un merendero bajo unos pinos, cercano a un verde prado y a una fuente con pilón circular.
¿Quién me iba a decir a mí que en este lugar viviría unas horas mas tardes la noche mas emocionante y apasionante de mis Vivacs en la montaña?
--Distancia total de la etapa de hoy ( Refugio de la Rambla Seca al Nacimiento del Guadalquivir ):  63,12km a 10,30 Km/h de media.--

Son las 19:00 horas cuando me siento en una de las mesas del merendero para preparar y degustar la merienda-cena bien merecida. Únicamente otra pareja de turistas ocupa otra de las mesas atrás mío.
Y a los pocos minutos, empezó el espectáculo...
Una ardilla baja al suelo desde un pino a escasos 10 metros de donde estamos y un gamo acompañado de su cría sale del bosque hacia el prado, enfrente nuestro y a unos 80 metros de distancia.
Les hago un gesto a la pareja sentada atrás señalándoles los animales salvajes a la vista.
Ellos no se habían fijado y sonríen conmigo al unísono, cuando los distinguen a lo lejos.
La madre-gamo de vez en cuando alza la cabeza mirándonos. Parece que nos encontramos lejos y no presentamos peligro para su seguridad y la de su cría.
Otra pareja de senderistas se acerca andando por el camino y yo les hago la misma seña indicando la presencia de los Gamos.
La mujer, se acerca emocionada a mí y me dice sigilosamente al oído:
-“Hoy ha comido un zorro de mi mano y muy cerca de aquí.”-
-“¿Qué me dices? ¿En serio?”-
-“Lo que te cuento. ¡Este lugar es una pasada¡”-
Después, la mujer se reúne con su pareja continuando el paseo y llegando cerca de donde pastan la madre y su cría. Estos, al verlos, corren al bosque a esconderse.
Poco a poco la gente se va marchando del lugar quedándome yo solo sentado en una de las mesas del merendero.
A los pocos minutos sale al prado un joven ciervo macho. Sus incipientes cuernos apenas le sobresalen un palmo. Se encuentra a unos 60 metros y se mueve paseando tranquilo por el claro del bosque hasta llegar a un pequeño pino donde empieza a rascar sus cuernas contra el tronco.
Yo terminé de cenar, por lo que cojo la cámara y decido acercarme al ciervo poco a poco, ya que éste se encuentra muy entretenido con su tarea y puede que no me vea.
50 metros.....40.....30......25.
Le estoy sacando unos primeros planos al despistado ciervo con mi cámara cuando unos cuantos gamos salen del bosque por mi izquierda y al observar mi presencia, inician la escapada al trote cruzando el prado unos 20 metros por delante de mí.
El ciervo se une a ellos tras un primeros segundos de confusión.
-¡Esto es una maravilla¡-.
-Creo que tengo decidido ya mi sitio de pernocta-
Vuelvo a la bici y aprovecho el momento de que no hay nadie a la vista para meterme en el bosque, dirección a la montaña y alejándome del camino principal.


A unos 40 metros del merendero encuentro el sitio ideal para extender la esterilla y el saco de dormir: Un pequeño prado o claro del bosque de 10 metros de largo por 4 o 5 de ancho y con un arbusto de fácil trepada a mi lado...¡Por si acaso¡
Todavía me emociono más cuando oigo cercanos los combates de las Cabras Montesas. El característico golpe seco de sus cuernas es inconfundible.
El bosque a mi alrededor es de pino joven y de escasa altura. Por lo que no veo llegar a los animales hasta que los tengo prácticamente encima.
Tras un preaviso de ruidos en el ramaje cercano, el primero en aparecer, unos 6 metros por delante, es un impresionante gamo macho.
En los pocos segundos que está a la vista, me quedo pasmado, mirándolo, pues este, al verme, reacciona al instante volviéndose trotando para esconderse en el bosque.
No pasan ni cinco minutos cuando oigo de nuevo movimiento por el bosque y cada vez más cerca...(Preparo la cámara de fotos para lo que pueda salir de ahí)
La emoción hace que mis pulsaciones se aceleren cuando observo por primera vez en el Parque Natural, a un Macho de Cabra Montes con una enorme cornamenta y seguido de una hembra. Son ocho metros lo que nos separan y al avistarme en mitad del prado, de pie, encima de su esperada cena (la hierba). Se me queda mirando, bufándome y dando resoplidos.
Son unos segundos de tensión y emoción a la vez. Lo primero que pienso es en la posibilidad de que me embista, observando su posición algo mas elevada. Y se me ocurren dos “opciones” de escape: La primera en subir a un arbusto cercano y la segunda interponer entre los dos mi bicicleta.
Opciones que no necesito, al menos de momento, tras darse el animal media vuelta y encaramarse de nuevo a los riscos cercanos.
Cada vez tengo menos luz, pues está anocheciendo. Y las fotos que he sacado antes me pedía la cámara el uso del “Flash”.
-No serán buenas fotos pero al menos queda constancia...-


Y me estoy metiendo al saco cuando veo pasar a un jabalí, ladera abajo y también a pocos metros.
-¡Vaya¡ ¡El que faltaba en la fiesta¡-
Parece que no me ha visto pues pasó de largo sin dirigirme ni una mirada ni gruñido alguno.
La presencia de jabalís me intranquiliza un poco. Por lo que me preparo a acondicionar algo mejor mi vivac.
Unos troncos caídos los coloco a mi cabecera, el árbol de “trepada fácil” me cubre ligeramente el flanco derecho. En el izquierdo coloco tumbada mi bicicleta y finalmente para los pies...
-¡Vaya¡ No encuentro nada a mano para los pies.-
-Bueno, igual una vez advertida mi presencia por unos cuantos animales, puede que se “avisen” entre ellos y me dejen tranquilo el resto de la noche...-
Y me digo: -Kike, tienes que superar tus miedos y prejuicios. Lo más probable es que todos estos animales salvajes sean pacíficos si no observan ninguna amenaza por tu parte-
-Así que te toca relajarse... e intentar dormir-
Ya de noche cerrada y sin pasar mucho tiempo vuelvo a escuchar a varios animales moverse a ambos lados del pequeño prado.
Se colocan a mi altura, ocultos por el bosque y empiezan a bufarme...
Son Cabras Montesas y están a mi izquierda y a mi derecha.
Durante los siguientes 5 minutos no callan, por lo que no se me ocurre otra cosa que soltar un “bufido” lo más parecido al que hacen ellas.
-¡Vamos, por favor, que ya es de noche y no son horas para combates¡-
¡Y surge efecto¡. Cesan sus bufidos y se alejan del prado.
Después hago grandes esfuerzos por relajarme e intentar dormir.
Es imposible. Cualquier ruido cercano hace que me incorpore y encienda mi frontal para observar..
Y la situación de “Máxima alerta” no se disipa en ningún instante.
Coloca mi navaja a mano ... por si toca defenderse...
Y me visto el casco a la cabeza... por si las Cabras....
Minutos después, otro animal que se me acerca... a babor...
Enciendo mi frontal y.....-¡Un jabalí mirándome a unos cinco metros¡-
El animal se da un susto, casi tanto como el mío y da media vuelta, corriendo hacia el bosque.
Es la gota que colma el vaso. Decido salir a investigar y buscar un lugar algo más tranquilo para pasar la noche.
-¡Parece que me he instalado en la “Avenida Principal” del Parque Natural¡.
Recuerdo haber visto cerca del merendero ruinas de una casa forestal. Y creo que están rodeadas por una cerca. –Y si consigo instalarme al otro lado...-
-Bueno, voy a acercarme por si hay posibilidad-
Salgo del saco y ando unos 30 metros hacia el merendero saliendo al gran prado de los Gamos y del Ciervo de la tarde.
Intuyo moverse unos animales por delante y hacia ellos dirijo la luz de mi foco.
Varias pares de ojos “luminosos” me devuelven parte de la luz.
Son jabalís y esta vez no se asustan. Se quedan muy quietos mirándome.
Uno de ellos empieza a acortar distancias, acercándose.
Yo no pierdo el tiempo y me subo unos metros por una encina de fácil trepada.
Un minuto después, se pierden en la oscuridad y desciendo del árbol.
Es ,en ese momento, cuando se me ocurre una buena solución para mi “insomnio”
-¡¡Las mesas del merendero¡¡- Puede ser el lugar más seguro y cercano que tengo para instalar mi improvisado “dormitorio”.-
-A por ello-
Vuelvo a por todas mis cosas y “vuelo” hacia la mesa mas cercana.
Extiendo esterilla, saco de pluma y mi bolsa de ropa para la almohada; todo ello encima de la mesa de piedra.
Pongo la alarma de mi reloj a las 6:30 a.m para alejarme y esconderme sobre esa hora de la mañana y antes de que pase la primera Patrulla de guardias forestales y me pille aquí, saltándome el “toque de queda”.
....Por fin, consigo de una vez relajarme y en poco minutos llega el anhelado sueño.
De vez en cuando me despierto, tras oír gruñidos de jabalí o pisadas de animales que se acercan a la cercana fuente a beber.
En un momento dado, sobre las dos de la madrugada, observo a la luz de la luna sus inconfundibles siluetas, pastando y hociqueando muy cerca del merendero.
-Vaya imagen para el recuerdo...-
Me doy media vuelta, ya tranquilo, volviéndome a dormir.





Las dos fotos de arriba están tomadas en el lugar donde pasé las primeras horas de la noche en el nacimiento del Guadalquivir.


Varios gamos pastan en las laderas cercanas ajenos a mi presencia.


Pradería donde tuve el encuentro nocturno con los tres jabalies.
Recojo bici y sobre las nueve y cuarto salgo al descubierto de la pradera para enlazar con el camino por el que continua mi ruta.
En el merendero hay gente charlando. Son turistas que han subido con un guía en su Todo-Terreno. Se me quedan mirando sorprendidos cuando paso a su lado.
-“¡Mira, un ciclista¡”-
-“¡¿De donde ha salido?¡”-
Sigo el camino que sube al Puerto Lorente (1360 metros) y máxima altura de la etapa. No sin antes encontrarme, por supuesto, con más animales ¡¡. Pero ya no saco ni la cámara.
-¡Ya he tenido bastantes con los de anoche¡-
De regreso a Cazorla ya se adivinan a lo lejos los campos de olivos.

Pasando el puerto ya es casi todo bajada y llanear hasta el Pueblo de Cazorla.

Son unos cuantos kilómetros por una pista entre los pinos y de vez en cuando, sobre todo cuando los árboles me dejan, observo y tengo buenas vistas hacia la Sierra Magina y Sierra Nevada.

Lo más destacable del viaje de vuelta son los Cortados del Chorro: Un gran balconada con buenas vistas hacia el valle y la campiña olivarera de Jaén.

Muchos turistas se encuentran por aquí observando con prismáticos los numerosos Buitres Leonados que sobrevuelan la zona.

Se nota que es el festivo Puente del Pilar por la cantidad de coches que suben por la pista en dirección el Parador Nacional.


Me voy despidiendo de las montañas de esta inolvidable sierra
Pueblo de Cazorla


Ya en la carretera, cerca de Iruela y bajando a Cazorla un chaval me pide la bomba de hinchar para su rueda pinchada.
Paro a ayudarle. Momento aprovechado por un turista perdido y despistado para preguntarme direcciones, lugares y consejos.
En Cazorla compro comida y meriendo algo en una plaza antes de proseguir por la carretera hasta Linares.
Enciendo por primera vez en varios días mi teléfono móvil: Veo un montón de llamadas perdidas. Hay números que no conozco y entre los que sí, se encuentra el teléfono de mi amigo Jorge.
Hablo con el. Y me cuenta que baja a Málaga a pasar una semana y que podemos aprovechar el día de mañana para hacer una ruta en bici.
-“Nos vemos en Linares”-
A medio camino paro en Úbeda, ciudad monumental, a visitarla. Pero no me llama especialmente la atención por lo que salgo tras media hora de estancia.
En Linares me alojo en el Hostal justo enfrente de la Estación de tren.
Necesito una ducha y limpieza pues varias molestas pulgas me han cogido como huésped. ( Debí echarme el repelente de insectos que llevaba en la noche del vivac)
Tras asearme y ponerme ropa limpia bajo a cenar a un restaurante cercano.
El camarero que me enseña el Menú me guiña un ojo repetidas veces...-¡¿?¡-
Al poco, descubro que se trata de un “tic”.
Un rato después ya en el Hostal y apunto de acostarme me llama Jorge que ha llegado a Linares.
-“¿Qué tal si mañana nos subimos el Pico Veleta (3390 metros) desde la Alhambra de Granada (700 metros)?
-“¡Pues me parece una genial idea¡”-
---104 km en el día de hoy y mañana...¡Nos toca una buena cuesta¡---
¡¡Adiós Preciosa Cazorla¡¡
¡¡ Bienvenida Sierra Nevada¡¡



4 comentarios:

  1. Vaya entrada tan interesante y tan bien preparada con bonita colección de fotos y ameno texto.
    Reflejas un montón de emociones vividas en esos cinco días y cinco noches tan intensos. Especialmente esa última noche en la que compartiste sueños con el grupo de jabalís que tanto protagonismo tuvieron.
    No podemos por menos de felicitarte por esta experiencia totalmente positiva como a ti te gusta y como así nos lo narras.
    Un abrazo,
    Javi

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  2. Cuando hiciste la ruta? manaba agua en la fuente del refugio de rambla seca?

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    1. Hola Alejo.
      Pues ese año fue especialmente seco y en el mes de Octubre cuando fui a Cazorla todavía no había caido gota.
      Creo que puede ser por eso por lo que encontré la fuente seca del refugio de la Rambla.
      No se si pasará todos los años...
      Un saludo.
      Kike

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  3. Hola Alejo.
    Precioso, me gustan los planos que llevas, son de alguna publicacion? estoy buscando alguna pagina o publicacion que me indique para hacer algun circuito con alforjas pista forestal o similar pero sin asfalto y me gustan las que tu publicas, normalmente solo hay rutas para btt.
    Muchas Gracias.

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