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lunes, 4 de junio de 2012

Transcantábrica en BTT 8ªEtapa: Ref. de Arauz-Matamorosa


Subiendo al puerto de Sejos. (Cantabria)
Mapa de la 8ª Etapa de la Transcantábrica en BTT
Amanecer en el valle del Carrión
Preparativos antes de comenzar.
Nos levantamos a las siete de la mañana. Desayunamos unos pocos cacahuetes y media barrita de semillas de sésamo que encontré en el fondo de mi alforja.
Recogemos todo y nos adentramos en el valle con la esperanza de encontrar un camino en el que poder pedalear algo y avanzar mas deprisa. –“Tenía razón el pastor de ayer... esto es relativamente llano...y ¡un autentico camino de cabras¡.” –
Vamos con los móviles encendidos y pendientes de la señal sonora que nos indique cobertura. Habíamos quedado con una amiga en el puerto de Piedrasluengas a las nueve de la mañana...y no podíamos contactar con ella para avisarla de que llegaríamos tarde.
Seguimos un corto tramo de senda pero esta termina cerca de otra cabaña.
Debemos seguir remontando el río, atravesando zonas de prados, brezos, retamas y vadeando el río de orilla a orilla cada poco.
Muchas veces no nos queda otra que cruzar el arroyo.

Foto de un ciervo macho
En un momento dado, mientras empujamos las bicis por el valle, veo un impresionante ciervo macho que nos está observando medio oculto por los matojos a unos 150 metros. Saco rápidamente la cámara, la enciendo, lo enfoco y cuando voy a disparar una luz roja en el visor me avisa de que tengo la tarjeta de memoria llena. –“¡Jorge, mira ese ciervo y sácale una foto, rápido¡”.-
El animal empieza a correr, alejándose y huyendo valle arriba. Mi amigo tarda en sacar su cámara y poder enfocarlo. Consigue al fin hacerle una foto (“testimonial”)  pero ya desde muy lejos. ¡Lástima¡.


Al poco rato nos cruzamos con tres o cuatro vaqueros en sentido contrario al nuestro y que cubriendo todo el valle, van dirigiendo y concentrando a las vacas dispersas por las laderas a voz en grito.
Les preguntamos por donde anda el camino...-“Todavía tenéis un tramo malo como esto. Pero si seguís remontando el arroyo llegareis a la pista que baja al pueblo de Lores. Veréis al inicio del camino el “Patrol” que hemos dejado aparcado.
Proseguimos y cual sería nuestra sorpresa al encontrar a otro cicloturista de alforjas también con su bici a cuestas y descendiendo por el valle.
Primer y único cicloturista que nos cruzamos y que haga al igual que nosotros  la Transcantábrica pero en sentido contrario.
Se llama Agustín y es de un pueblo de León, cercano a Santa Maria del Páramo. –“Me voy a hacer una foto con vosotros para enseñársela a mi novia... ¡Para que luego no me diga que soy el único chalado que hace estas cosas¡.”-
Lleva GPS y bastante documentación de la ruta. Nos enseñamos mapas e intercambiamos impresiones sobre el recorrido.
Hoy, él ha pasado por el impresionante y admirado arco de roca situado en la cresta del cordal de cumbres, llamado popularmente “Ojo Caloca”. Éste forma un singular marco de piedra sobre el puebla Lebaniego de Caloca y en los mapas del IGN viene como “Peñas del Cerrillo”. El pueblo que se alcanza a ver es aquel, en el que éste último y duro invierno bajaba el oso con su cría hasta la misma Plaza Mayor, dejando perplejos a sus lugareños.
-“Nos lo vamos a perder. Atajaremos por Lores para llegar cuanto antes a Piedrasluengas ya que nos está esperando allí una amiga”-
Nos despedimos y al poco rato divisamos el “Patrol” de los Vaqueros llegando a la pista que baja al pueblo de Lores y en la que podemos  montar, al fín, en las bicis.
Foto cedida por Natalia durante su larga espera en el puerto de Piedrasluengas
Entre dos y tres horas después llegamos Jorge y yo al punto de encuentro.

 
Es en esta bajada cuando empezamos a tener cobertura y podemos comunicarnos con Natalia que nos lleva esperando unas horas en el mirador del Puerto.
Nos comenta que ha conocido un ciclista mientras nos esperaba. Se llama Claudio. Lleva charlando con el un buen rato haciéndola mas llevadera la espera. Quedamos en poder reunirnos en uno de los Miradores del puerto, en la carretera que baja a Santa Eulalia.
Jorge y yo después de reponernos de agua en la fuente del pueblo decidimos ir cuanto antes al encuentro con Natalia y ya juntos poder comer algo en condiciones en uno de los bares que encontremos.
Bajamos a la carretera que sube al puerto de Piedrasluengas. No es un duro ni largo puerto subiendo desde la meseta e intento poner un buen ritmo de pedaleo. Jorge, que se queda por momentos descolgado, me comenta: “-Hoy soy yo el que se encuentra flojo...”-
Aminoro el ritmo para que consiga ir a mi rueda y no se desanime.
En lo alto del puerto paramos unos breves instantes para que unos turistas nos hagan una foto con nuestra cámara y con los Picos de Europa como fondo. Destaca la cercana Peña Labra al Éste; Monte al que también retrato.
Peña Labra

Iniciamos la bajada por el lado cántabro. Voy primero y a pocos kilómetros de empezar el descenso veo un cruce a mi derecha. Freno para consultar mapa... pero Jorge me adelanta... rumbo a Potes. Un par de kilómetros después consigo alcanzarle, frenarle y tras consultar el mapa, comprobar que era por el cruce de arriba.
Vuelta a subir. –“ El culpable es nuestro estómago vacío  y que reduce nuestra capacidad de orientación. Tranquilo no pasa nada. Enseguida comeremos algo”-

-“¡Corzos¡”- Esta vez se encuentran mas cerca de nosotros que el ciervo de la mañana. Consigo sacarles unas fotos con mi cámara a la que ya cambié tarjeta de memoria. Pero no salen bien. Los corzos son bastante mas pequeños que los ciervos y los matorrales de la ladera los ocultan casi por completo.


Al poco de éste encuentro nos reunimos por fin con Natalia y Claudio. Tras los saludos y las correspondientes presentaciones, enseguida preguntamos por un sitio para poder comer algo.
Claudio que vive cerca de Reinosa se conoce bastante bien ésta zona de sus paseos en bici y nos lleva a un bar, carretera abajo que nos sirven unos deliciosos y apetitosos bocatas que tanto Jorge como yo logramos hacer “desaparecer” en pocos minutos.
Le enseñamos a Claudio la ruta a seguir de la Transcantábrica para llegar a Reinosa, final de etapa y lugar donde el reside.
-“Os acompaño y os hago de guía”-
-¡Estupendo¡-.
 Ahorraremos mucho tiempo en  consulta de mapas y del libro-guía. Aparte, Natalia, viene equipada con su GPS en el que ha metido los mapas de la zona norte de España. Con todo esto y las coordenadas GPS que nos pone el libro no tendremos problemas.
Dejamos el asfalto en el pueblo de Uznayo para seguir por el RV-1 que sube al collado de Sejos.
Tenemos alguna duda cuando vemos varios caminos que salen del pueblo. También hay confusión en el GPS de Natalia... que nos marca en dirección contraria a la que vamos.
Lo solucionamos al poco rato cuando descubrimos el error. Me confundí y  dicté a Natalia las coordenadas de un collado anterior...
Los vientos húmedos y fríos del norte traen nubes y pronóstico de lluvias...
Vamos subiendo poco a poco. Hay alguna fuerte rampa en la que debemos bajarnos de la bici. Claudio que va sin alforjas se “solideraliza” con nosotros y se baja también para acompañarnos a pié. Aún así, el 90% de la subida logramos hacerla montados en las bicis.
Sudamos lo nuestro para salvar los 600 metros de desnivel hasta el collado. Pero el hecho de ir pedaleando con éste buen grupo te motiva y anima más.
 Es aquí donde las nubes y el mal tiempo, llamado por aquí;  “encainadas” veraniegas,  empiezan a cubrir las montañas donde estamos, tapándonos las vistas hacia la otra vertiente. Ya nos avisa Juanjo Alonso en su libro. –“Éste es el mayor peligro al deambular por las altas geografías del Saja”-

Foto de archivo de la web del ref. de los Cantos de la Borrica.  En el momento en el que merendamos en este refugio se encuentra medio lloviendo y con una niebla espesa. No hago fotos del lugar por lo que he optado a colgar esta foto de archivo.
La próxima foto está cedida por Natalia en las proximidades del refugio.

También pasamos cerca de la antigua ruta medieval de los Foramontanos* ( nombre dado por los habitantes de Castilla a los grupos de emigrantes que por el siglo IX comenzaron a abandonar las montañas cantábricas para colonizar los páramos castellanos, en vista de la debilidad del imperio musulmán.
Ya tenemos la niebla encima y nos dejamos llevar por la experiencia y orientación de Claudio. Nos lleva al Refugio de los Cantos de la Borrica escondido detrás de unas enormes rocas de conglomerado. Se encuentra cerrado pero hay cerca una fuente... aprovechamos el momento para merendar.

Después Claudio nos dirige a la pista principal que tras unos kilómetros enlaza con la carretera del puerto de Palombera. Momento en el que nos deja para dirigirse más rápidamente a  Reinosa, no sin antes dejarnos el teléfono de su casa para que le llamemos en cuanto lleguemos a ésta localidad.
Seguimos por la pista que parece que no tiene pérdida alguna aunque la espesa niebla no nos deje ver ni a diez metros.
Y tras unos fríos y húmedos kilómetros llegamos al puerto de Palombera. Y desde aquí ya es dejarnos caer  cuesta abajo hasta Reinosa.
Desestimamos  la ruta del libro guía debido al mal tiempo. Ésta pasa por un reconstruido Poblado Cántabro y también por el pueblo de Argüeso donde hay un hermoso castillo medieval. “La más importante fortaleza roquera de Cantabria, sede de señorío de la casa de los Mendoza en el valle de Campoo”. Y el conocido Fontibre, lugar donde el río Ebro inicia su largo descenso hacia el mar mediterráneo.
- “¡Ya tenemos excusa para volver¡. 
Volveremos a esta zona para recuperar los paisajes que la niebla de hoy nos ha privado.

Los últimos kilómetros lo hacemos por un magnífico carril-bici.
Llegamos a Reinosa y llamamos a Claudio.
Su encantadora familia nos acoge estupendamente en su casa de Matamorosa para que podamos pasar allí la noche.
Decidimos ir de restaurante para cenar todos juntos a la cercana Reinosa
89,68 km Velocidad media 13,02.


2 comentarios:

  1. Otra nueva etapa que nos dejas para entretenernos en leer, ver las fotos y darnos cuenta de las particulares sensaciones de esta jornada.
    De lo que reflejas destaco la incorporación al grupo de Natalia y Claudio. Y éste, solidarizándose con vosotros empujando su bici cuando seguramente él no lo necesitaba. Bonito detalle!. Luego al final de la etapa la acogida que os brindó su familia en su casa. De agradecer!.
    También me llama la atención las dificultades de ciclabilidad que tuvísteis sobre todo al inicio de la etapa. Desesperante a veces. No???
    Y por último, esa cabaña de los "Cantos de la borrica", ya que me trae a la memoria las dos veces que este invierno hemos estado por ahí con los esquís de travesía...
    Hasta tu próxima crónica!
    Javi

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  2. ¡Vaya etapón que os habéis marcado!
    Y a nosotros que nos parecen muchos los 30 kms. en bici...
    Se ve que estamos más acostumbrados a andar.
    Atravesáis valles, puertos y pueblos sumando un montón de kilómetros sin darle mayor relevancia, únicamente apuntando el cansancio acumulado por la dureza de la jornada y la falta de alimento. ¡Vaya resistencia!
    Reconocemos de esta etapa la zona de Sejos que, como Javier, hemos recorrido en invierno, ascendiendo por las tres vertientes: desde Uznayo, de Puente Pumar y desde Pozo del Amo por Tramborrios.
    El resto de la ruta la hemos conocido a través de tu crónica y fotos.
    Ale... A por la siguiente.
    Un saludo desde Pucela.

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